La Atlántida, legendario continente perdido en el océano, no existe. Cuando Platón describió su existencia en los diálogos Timeo y Critias fue tan convincente en los detalles que desde la segunda mitad del siglo XIX bastantes entusiastas comenzaron a tejer teorías sobre su realidad, basados en algunos restos arqueológicos, pero más que nada en mucha imaginación. Bajo el mar, supuestamente, había quedado sepultada una civilización de grandes ingenieros y astrónomos que precedieron a la Humanidad. Pero eso es un mito.

Zelandia, el nuevo continente que encontró un grupo de científicos bajo el suroeste del océano Pacífico, está en otra zona, lejos de donde el escritor Ignatius Donnelly imaginó que podría haber quedado sepultada la Atántida, que según su libro de 1882 Atlantis, el mundo antediluviano, se habría hundido de repente en el Atlántico. Pero no hay dudas sobre la realidad del descubrimiento de los científicos del centro neozelandés GNS Science, del que informaron en un artículo publicado en GSA Today, la revista de la Sociedad Geológica de América. Eso no es fábula ni leyenda. Existe.

La masa de tierra de 4,9 millones de kilómetros cuadrados tiene el 94 por ciento de su superficie debajo del agua, y Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, que antes se creían una isla y un archipiélago de Oceanía, en realidad son sus puntos más elevados por sobre el nivel del mar. Este hallazgo no fue fortuito, ya que confirma una hipótesis que el grupo de geólogos liderados por Nick Mortimer, autor principal del artículo, venía barajando desde hace dos décadas.

Para establecer la teoría, el equipo recolectó datos con sensores submarinos que no dejaron dudas: Zelandia reúne las condiciones necesarias para ser clasificado como continente ya que tiene una elevación sobre la zona circundante, geología distintiva, un área bien definida y una corteza más gruesa que el suelo oceánico normal. Pero como no existe un organismo internacional encargado de estas designaciones, el hallazgo solo va a ser validado en la medida en que otros científicos empiecen a mencionarlo en sus investigaciones.

Por el momento, en una vuelta rápida por internet, se puede ver la modificación en varias entradas de Wikipedia, que ya tomó la información del artículo. "Nos gustaría que reconocieran que simplemente mostrar esa parte remota del Pacífico, con un continente sumergido, es más geológicamente preciso e informativo que el panorama anterior. Nos gustaría verlo en el mapamundi", dijo el geólogo en una entrevista con la BBC.

Los investigadores sostienen que Zelandia se formó después de la desintegración del supercontinente Gondwana, desde hace 85 millones de años hasta hace unos 30 millones de años. "Es el continente más fino y más pequeño que se ha encontrado, y el hecho de que esté tan sumergido, pero no fragmentado, lo hace útil para explorar la cohesión y desintegración de la corteza ", afirmó Mortimer. El descubrimiento y su estudio van a servir, dijo, para explicar los orígenes de la flora y fauna endémicas de Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, tan llamativas como únicas.

Este hallazgo que va a cambiar los libros geografía y la descripción del mundo como lo conocemos, sucedió apenas dos semanas después de que encontraran restos de un antiguo continente bajo la isla Mauricio, en el océano Índico. Según el conjunto de datos de los satélites y buques de investigación que mapean el planeta, ya no hay ningún otro lugar para ocultar un continente sumergido. Así que los románticos que esperan que resurja la Atlántida van a tener que terminar admitiendo que todo fue una genial y hermosa metáfora platónica.