La jugadora de fútbol Rocío Correa, que juega en San Lorenzo y en la Selección femenina, sufrió la pérdida de un hermano. Por si fuera poco el dolor ante esa pérdida, debió afrontar que fuerzas de seguridad de la provincia de Tucumán reprimieran al cortejo fúnebre cuando marchaba al cementerio. En la represión, ella resultó herida.

El hermano de la futbolista, Sergio, murió en un accidente de tránsito el miércoles en la autopista que une la capital tucumana y Famaillá, y la jugadora, de 19 años, viajó a Tucumán para acompañar a su familia. “Era un acompañamiento grande y adelante iba un auto con parlantes, donde sonaba la música. Cuando llegamos a la avenida Independencia y Constitución, ese auto se quedó sin nafta y bajamos algunos para tratar de sacarle combustible a otro vehículo y ponerle, pero ahí se acercó la Policía y nos pidió que avanzáramos”, contó el padre de Correa al diario La Gaceta.

La futbolista dijo al mismo medio que “les trataba de explicar lo que estaba pasando, les hablaba con mucho respeto, pero una mujer policía me pegó con la cachiporra en el brazo. “Corríamos y nos seguían haciendo disparos. Hay por lo menos 15 heridos. A un tío mío le pegaron 25 tiros”, agregó sobre el duro momento que vivió. Mientras tanto, ella recibía golpes y balazos de goma.

En cambio, la policía de Tucumán dio otra versión. “Parte de los acompañantes se abalanzaron sobre una casa y su propietario pidió intervención al sentirse amenazado. Cuando los efectivos les pidieron que se retiraran, comenzaron a arrojar piedras. Por eso se los dispersó”, dijo el comisario Manuel Sosa.

“Les pedimos que respeten, que iba a enterrar a mi hijo y que ya traían la nafta. Pero ellos empezaron a decir que nos dispersemos y empezó la discusión. Ahí empezaron a remontar las Itakas y a pegar”, agregó el padre de Correa.

Sergio Correa tenía 17 años y circulaba a caballo en la autopista cuando fue atropellado por un camión. Sus padres y su hermana realizaron la denuncia por la represión ante los tribunales de la capital provincial.

Esto va más allá del dolor. Queríamos que se pusieran en nuestro lugar porque íbamos a enterrar a mi hermano”, remarcó Rocío Correa. “A mucha gente le han pegado, mirá si le cortaba la carrera”, dijo su padre sobre la represión.

La jugadora ya regresó a Buenos Aires. Con la selección Sub-19 viene de lograr el segundo lugar en la Zona Sur de la Liga de Desarrollo Conmebol.