En el principio, fue un cine de Flores, sobre la calle Rivadavia. Allí, Osvaldo Carnival –el pastor evangelista que dio misa a unos 400 cadetes de la Policía de la Ciudad – y su esposa, Alejandra, montaron en 1984 la primera sede de lo que imaginaron como iglesia grande, “Catedral de la Fe”.
Una fuente del mundo evangélico recuerda que “fue en el momento en que empezaron a florecer ‘ministerios’ como el del pastor Giménez, el propio Carnival y otros predicadores nativos que se largaron a la aventura de lanzar sus propios modelos de evangelización. Eran adaptaciones folklóricas del modelo de la evangelización en auge en Estados Unidos, como el de Billy Graham”.
La otra referencia es Luis Palau, que, como sus colegas de Aciera (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), supo tejer una llegada fuerte, directa y continua con el núcleo duro del Pro. Por caso: fue Juan Carmona, un pastor de un espacio nucleado en Aciera, el que en 2017, sobre un escenario montado ante el Congreso para un acto que fue parte de los eventos por los 500 años de la Reforma protestante, el que ante una multitud orante realizó algo similar a un exorcismo al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su esposa, Bárbara Diez.
La “Catedral de la Fe”, sin embargo, es transversal en términos partidarios, aunque sus acercamientos a la vida política nacional y los espacios estatales se consolidaron más fuertemente en los últimos años. Hoy, aquella sede de Flores quedó atrás, sepultada su humildad con la manzana de la avenida Eva Perón al 1000, en Parque Chacabuco.
Allí hay un auditorio para 3000 personas; “Catedral kids”, un sector diez aulas en las que los adultos pueden dejar a sus hijos mientras oran; una “Casa de Integración y Encuentro”, en la que se dictan talleres. En ese espacio funcionan también consultorios psicológicos, un auditorio para charlas menos concurridas, un estudio de grabación que registra el material del sello discográfico “Catedral de la Fe”, una radio (en la que, desde 2011, tiene un programa Virginia Hanglin). A veces, prestan las instalaciones a colegios del barrio. Entre los planes del ministerio está abrir una escuela propia, como tienen otras iglesias, como la de Luciano Bongarrá, el armador del lobby antiderechos Parlamento y Fe .
Carnival en estos días está impulsando 40 días de ayuno para que participen sus seguidores, porque “Argentina espera que la Iglesia de Dios se manifieste”, explica en su web. Por ello, durante esos 40 días, explica, sus seguidores deben “salir”: “Salir significa alcanzar los medios de comunicación”, escribió, porque “Dios está llamando a una Iglesia que sale de las cuatro paredes y se anima a llevar a Jesús a la familia, a los medios de comunicación, a las artes, a la educación, y al gobierno”. Escribió también el pastor: “Hay una ley de la Física, la ley de los vacíos. La misma nos enseña que naturalmente los lugares vacíos serán siempre ocupados. Lo que sucede en el plano natural es un reflejo de lo que sucede en el plano espiritual. Los lugares en los que la Iglesia no incursione, naturalmente serán ocupados por el ateísmo, el humanismo, el erotismo, el hedonismo, la brujería, el esoterismo, el gauchito gil, y por otro tipo de creencias, prácticas que caracterizan la actual cultura.”
En eso cree, eso predica.