El ex economista-jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kenneth Rogoff, aseguró que "el incumplimiento de la Argentina era inevitable porque la combinación de deuda, déficit y política monetaria era insostenible". En una columna publicada el miércoles en el sitio Project Syndicate , el ahora profesor de la Universidad de Harvard puntualizó que "el gobierno argentino acumuló un montón de deudas casi de la nada con una velocidad sorprendente, y luego procedió a incumplir su pago casi con la misma velocidad”. “En comparación con el default en cámara lenta del país en 2002, la última crisis se siente como Shakespeare en 60 segundos”, agregó.

Rogoff, quien fuera economista jefe del FMI entre 2001 y 2003, sostuvo que "en ambos casos (2002 y 2019) el incumplimiento era inevitable, porque la combinación de deuda, déficit y política monetaria del país era insostenible, y la clase política no podía hacer los ajustes necesarios a tiempo".

El economista señaló que "Macri heredó una economía en la que la deuda no era alta (debido al incumplimiento de 2002), y el principal problema fiscal era un sistema de pensiones insostenible".

Además señaló que "la receta normal para una administración entrante habría sido afrontar el dolor de la consolidación del presupuesto desde el principio y esperar que la economía se recupere mucho antes de las próximas elecciones. En cambio, Macri decidió cerrar la brecha presupuestaria lentamente y usar su luna de miel política para recortar impuestos y liberalizar los mercados".

El economista advirtió que "desafortunadamente después de las reformas Big Bang, las condiciones económicas tienden a empeorar antes de mejorar y parece que Macri, que enfrentará una elección a finales de este mes, no estará presente para ver eso".

 

Tanto en 2002 como ahora "los préstamos del Fondo Monetario Internacional solo parecieron posponer lo inevitable y, lo que es peor, exacerbar el colapso final. Entonces, después de la segunda debacle en Argentina en menos de una generación es hora de preguntar cómo reenfocar el mandato del FMI para hacer frente a las crisis de deuda de los mercados emergentes", concluyó Rogoff.