En un hecho inédito para la historia de la fuerza policial francesa, cuatro oficiales murieron y uno resultó gravemente herido, tras el ataque en el interior de la Central de la Policía de París de un empleado que fue finalmente abatido por agentes. El asesino, según informa el diario Le Figaro, habría utilizado un cuchillo de cerámica, lo cual le permitió atravesar sin problemas las medidas de seguridad del edificio. La revelación de que el asesino se había convertido recientemente al islam apuntaría a un ataque jihadista.

La identidad del agresor no fue revelada, aunque se sabe que tenía 45 años, había nacido en la ciudad de Fort-de-France y hacía veinte años que trabajaba en la Dirección de Inteligencia de la Prefectura de Policía. Aunque todavía no se habla abiertamente de atentado terrorista, cobra fuerza el dato de su reciente conversión al islamismo, aunque la fiscalía por el momento solo abrió una investigación por homicidio intencional e intento de asesinato de una persona a cargo de la autoridad pública. Además ordenó la inspección de su vivienda y la detención de su esposa.

De acuerdo a lo publicado por Le Figaro, el ministro del Interior, Christophe Castaner, explicó que el sospechoso, asesinado minutos después de comenzar el ataque, "nunca mostró ningún signo de alarma". El atacante atacó primero con un cuchillo de cerámica, fundamental para burlar el ingreso al establecimiento, a tres personas que se hallaban en las oficinas del departamento en el que trabajaba. Luego bajó por unas escaleras y acuchilló a dos personas más, una de las cuales quedó herida de gravedad. Al llegar al patio interior del edificio, un policía le dio el alto y luego lo abatió de un disparo en la cabeza.

"La gente corría, gritando", declaró Emery Siamandi, un testigo que estaba en el edificio en el momento del ataque. "Oí un disparo. Momentos después vi a la policía gritando, en pánico", agregó. Por su parte Loic Travers, responsable del sindicato Alianza Policía Nacional, contó que el atacante "empezó en su oficina y luego salió para continuar con su agresión en otros lugares de la prefectura". "Era un empleado modelo, sin historias", agregó. "Ver a un colega atacar a otros colegas, eso es algo increíble para un policía", comentó otro delegado sindical, Denis Jacob. A su juicio, el ataque sería una muestra de "ruptura del vínculo entre nosotros", y de "deshumanización de la institución".

El incidente ocurrió un día después de una manifestación de miles de policías en París que buscaba llamar la atención pública sobre el malestar general dentro de la institución, frente al aumento de la tasa de suicidios dentro de la fuerza, y la reforma del sistema de pensiones. Tras conocerse la noticia, el presidente francés, Emmanuel Macron, el primer ministro, Edouard Philippe y el mencionado Christophe Castaner acudieron al lugar del ataque, en el corazón de la ciudad, a metros de Notre Dame, que quedó totalmente cerrado al tráfico y al acceso de peatones.