La Justicia Federal confirmó la marcha atrás con los sobreseimientos de dos comunicadores populares y retomó la acusación por "intimidación pública" y "resistencia a la autoridad", sostenida a través de las versiones de las fuerzas de seguridad, a dos años de la cacería montada por la Policía de la Ciudad durante la primera movilización en pedido de justicia por Santiago Maldonado. La Correpi, la Red Nacional de Medios Alternativos y el Sipreba rechazaron la vuelta a foja cero de la causa y la consideraron parte de la política de "un Gobierno que hace campaña diciendo que va a 'defender a la democracia', pero no deja de criminalizar a trabajadorxs de prensa". 

Los comunicadores de Antena Negra TV Juan Pablo Mourenza y Ezequiel Medone habían sido sobreseídos en diciembre de 2017 por la Cámara Federal luego de confrontar las acusaciones armadas por las fuerzas de seguridad con las fotos y videos, que mostraban lo ocurrido al cierre de la movilización. Fue entonces que el fiscal de Cámara Germán Moldes apeló la decisión ante Casación y consiguió revertir la decisión en septiembre pasado. Ahora, la titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 5, María Eugenia Capuchetti, decidió volver a procesarlos. 

"La causa judicial contra ellos ha sido, y vuelve a ser, un gran juego de la oca donde la justicia federal lleva las fichas de un lado a otro y hacia atrás constantemente", denuncia el comunicado de Correpi, la RNMA y el Sipreba y apunta que la decisión de Capuchetti es parte de "una clara decisión política". "Aporta su parte al armado de una causa que busca criminalizar trabajadores de prensa que no hacían más que cumplir su trabajo: comunicar a la gente la represión policial ejercida por la Policía bajo órdenes del gobierno porteño y nacional", agrega.

Los comunicadores son ahora los únicos dos procesados de aquella razzia en la que se detuvo a 31 personas a partir de "los dichos, en actas y testimonios, de los policías", resaltan las organizaciones y recuerdan que los argumentos de las fuerzas de seguridad "además de falaces, ya habían sido refutados".

Cuando Moldes, ahora fiscal en retirada , decidió revertir el sobreseimiento de los comunicadores sostuvo como argumento que habían participado de la marcha "disfrazados de fotógrafos" y se burló: "tal vez, en la próxima les toque el papel de Arlequín, Colombina o El Zorro". 

"Tanto la Justicia como la Policía de la Ciudad dicen que quienes estaban comunicando lo que sucedía, en realidad tiraron una valla, y por eso fueron detenidos en Plaza de Mayo. Lo cierto es que ambos comunicadores estaban realizando una transmisión en vivo en la que puede verse que estaban caminando con su cámara cuando fueron apresados brutalmente por la policía, en Avenida de Mayo y San José, a ocho cuadras de Plaza de Mayo", recuerda el comunicado respecto de la falsedad original de la acusación. 

"Es un nuevo movimiento de la (in)justicia al servicio de la decisión política de un gobierno que hace campaña diciendo que va a 'defender a la democracia', pero no deja de criminalizar a trabajadores de prensa, viola sistemáticamente el derecho de manifestarse, y la libertad de expresión, tres derechos fundamentales que vamos a seguir defendiendo en la calle, los tribunales y las redacciones", sentenciaron las organizaciones.