Las recetas del FMI no han funcionado en ningún país del mundo. Tampoco en el errático gobierno de Lenín Moreno, quien hoy abandonó Quito, la capital del país, y trasladó el Ejecutivo de Ecuador a la ciudad de Guayaquil. La gota que rebalsó el vaso fue el aumento del 123 por ciento de los combustibles la semana pasada y la posterior declaración del "estado de excepción" en todo el país.
El análisis realizado por la periodista Inna Afinogenova, de RT, recuerda la intervención del organismo de crédito en Venezuela en 1989, que desencadenó el Caracazo, y en la Argentina en 2001, y subraya que en febrero de este año Moreno y Christine Lagarde, la titular del Fondo de momento, pactaron un desembolso de 4200 millones de dólares, la primera parte de un préstamo de 10 mil millones, a cambio de la consabida receta de ajustes.
En el mismo video, RT acentúa que Moreno acusa de la situación a “la herencia recibida”, a pesar de haber sido el vicepresidente de Rafael Correa.