“Estamos ante una excelente oportunidad para discutir a qué se debe la inflación en la Argentina y cómo se determinan los precios, ya que a través de una dolorosa experiencia con la política económica del gobierno de Cambiemos podemos despejar algunas de las explicaciones más difundidas. Aplicaron mal una teoría económica desastrosa”, dijo el candidato a gobernador bonaerense Axel Kicillof, en la presentación del libro “Todo precio es político”, de Augusto Costa, ex secretario de Comercio de la Nación. También participó del convite Matías Lammens, candidato a jefe de gobierno porteño, quien consideró que el libro va en línea con el “plan contra el hambre que presentó Alberto –Fernández--. La canasta básica tiene que ser barata, accesible para todos. No sirve que con los precios ganen unos pocos”.

Costa presentó su libro en el Centro Cultural Morán en un clima de recital de rock mezclado con las reuniones de Carta Abierta, con mucho optimismo por el gran resultado electoral de Kicillof en la provincia de Buenos Aires, la ventaja del Frente de Todos con respecto a Macri a nivel nacional y las expectativas de forzar un balotaje en la Cuidad contra Horacio Rodríguez Larreta. Kicillof, Lammens y Costa están en la misma sintonía: son jóvenes que se conocieron en el Colegio Buenos Aires, fueron a la Universidad de Buenos Aires, comparten un espacio político y tienen grandes perspectivas para lo que viene en materia de renovación política.

Costa es amigo y colaborador de primera línea de Kicillof desde hace años. “El contenido de este libro y lo que soy como economista, como militante y como persona es en buena medida el resultado de haber compartido miles de horas discutiendo, trabajando, militando y aprendiendo al lado de Axel Kicillof”, le dedica Costa en los agradecimientos de “Todo precio es político”. “Con Augusto venimos compartiendo aventuras desde hace muchísimo tiempo. Fue el mejor secretario de Comercio de la historia del universo”, le devolvió Kicillof. También participaron de la presentación la periodista Luciana Rubinska y la actriz Sofía Saborido.

“Este gobierno comenzó con la promesa de que iban a solucionar rápido y con toda facilidad el problema de la inflación”, mencionó Kicillof. “Pero pasaron cuatro años y en términos de inflación hay que remontarse dos décadas atrás para encontrar un fracaso tan grande. Sin embargo, este gobierno aplicó las tres cosas que recomienda la teoría ortodoxa. Primero poner la tasa de interés por el cielo. Segundo, bajar salarios, porque decían que nosotros le dábamos demasiado margen a las negociaciones salariales. Tercero, abrieron las importaciones, porque supuestamente la inflación era producto de la administración del comercio. El resultado es que con la suba de la tasa, la caída de salarios y la apertura de importaciones se destruyó el tejido industrial y se jodió a muchísima gente y la inflación voló por los aires”, analizó el ex ministro de Economía y candidato a gobernador bonaerense.

Por su parte, Lammens recordó “cuando Macri fue a la mesa de Mirta Legrand diciendo que resolver el tema de la inflación era una pavada”. “Augusto plantea que no sirve que ganen unos pocos, porque la teoría del derrame no funciona. La canasta básica tiene que ser barata, accesible para todos. Es uno de los grandes temas que se vienen a partir del 11 de diciembre”, agregó el candidato porteño, y despertó los cantitos del hit “Si vos querés, Larreta también”.

La mano del Estado

“En la universidad me explicaron que estaban los precios de mercado y los precios políticos. Que los precios de mercado están determinados por las fuerzas de mercado y son los correctos, mientras que el Estado arruina todo al intervenir en el precio del boleto de colectivo o la factura de luz o cuando define un precio máximo, que serían los precios políticos. Sin embargo, en una economía como la nuestra no todos somos iguales y hay pocos oferentes que cobran caro. Cuando el Estado no interviene también establece un precio político, porque surge de la decisión de permitir la presencia de estas inequidades en el mercado. Es necesario discutir esta idea de que siempre que interviene el Estado tiene consecuencias negativas”, explicó Augusto Costa.

“Nos convencieron de su visión del mundo, de que no hay otra manera de hacer las cosas. Pero eso es ideología pura, nos quieren convencer de que la desigualdad es algo natural y de que la meritocracia es la base del movimiento del mundo. El antiestatismo no es casualidad, porque el único que puede equilibrar la cancha es el Estado”, siguió Costa. “Hoy en día la mayoría está en una situación deplorable y a unos pocos les va muy bien. Eso el mercado no lo va a dar vuelta nunca en la vida. El Estado más que nunca tiene que aparecer. Un gran desafío es romper con la manipulación ideológica. Y pensar que un mundo más justo es posible si entendemos que las reglas de este mundo injusto las fijaron los ganadores”, cerró.

El final de la presentación estuvo a cargo de Sebastián Rubin, ex director de Lealtad Comercial en la gestión de Costa en la Secretaría de Comercio. Rubin es economista y músico y alguna vez llevó su guitarra a la Secretaría para cantar los viernes a la noche canciones conocidas cambiando las letras con los temas de aquel momento: “no me subas los precios”, “controlando a Coto” o “yo compro en Yosimar”. El popurri cerró con “Todo precio es político”, la versión nac&pop del tema de los Redonditos de Ricota.