El funcionario que debe velar por la autonomía de las universidades nacionales acaba de ser nombrado como rector de una de ellas. La designación del secretario de Políticas Universitarias, Pablo Domenichini, al frente de la Universidad Nacional de Almirante Brown, una casa de estudios que hasta ahora no funcionaba, generó malestar y controversia en el distrito. Además de evidenciar cómo los actuales funcionarios se preparan para una posible salida del poder.

La Universidad Nacional de Almirante Brown (UNaB) fue fundada el 31 de octubre de 2015, pocos días después de que los entonces candidatos Mauricio Macri y Daniel Scioli se encaminaran al ballottage, en el que finalmente resultó elegido el actual presidente. Desde entonces, el gobierno nacional nombró a varios rectores normalizadores en la UNaB, pero la universidad se mantuvo con sus aulas vacías. Curiosamente, a poco de una nueva elección que podría costarle el mando al oficialismo, la asamblea general de esa universidad eligió como nuevo rector a Domenichini, que no sólo es titular de la SPU en el Ministerio de Educación de la Nación, sino que al mismo tiempo es secretario general de la UCR bonaerense.

El dato no es menor: por un lado, desliza la idea de que el gobierno de Macri prepara una transición al ubicar a uno de sus funcionarios en instituciones fuera de la esfera del Gobierno, y por otro, muestra que la paralización de la UNaB se pudo haber evitado durante estos casi cuatro años. A todo esto, claro, se manifiesta un evidente conflicto de intereses por las funciones del secretario al frente del sistema universitario, aunque desde el Ministerio de Educación lo nieguen.

Parte de la comunidad educativa de Almirante Brown denunció a la maniobra y las diversas irregularidades que, según explicaron, llevaron a que la UNaB no funcionara. Hasta ahora.

“El sábado 14 de septiembre se realizó la asamblea que eligió nuevo rector, pero no hay ni una carrera de grado ni alumnos en la universidad. Hace pocos días arrancaron tres tecnicaturas y ya se eligió el claustro docente y el estudiantil, que designan al rector”, explicó a este diario José Lepere, concejal de Unidad Ciudadana en Almirante Brown.

Además, las fuentes consultadas señalaron que el proceso “viola abiertamente la Ley de Educación Superior”, porque no se cumplió “ningún plazo y no está funcionado la universidad”. Es decir, el nombramiento de Domenichini se dio en el marco de una universidad sin alumnos y sin concursos docentes trasparentes ni públicos.

Ante la consulta de PáginaI12, voceros de la cartera de Educación aseguraron que el procedimiento se hizo con el “debido consenso”. “Se cumplieron todos los pasos institucionales legamente establecidos para la normalización y puesta en marcha de la universidad. Se convocó a elección de todos los claustros cumpliendo todos los pasos legales y además, se eligieron los asambleístas”, respondieron en el ministerio que conduce Alejandro Finocchiaro.

Además, los voceros de Educación argumentaron que ya se registran casos en que ex titulares de la Secretaría de Políticas Universitarias desembarcaron como rectores. En realidad, hubo varios casos de rectores o ex rectores que luego fueron designados al frente de la SPU: de hecho, eso se venía respetando desde hace años... hasta que Macri nombró a Domenichini en octubre de 2018. Domenichini venía de ocupar una dirección en el ministerio y antes había sido presidente de la FUA por la Franja Morada.

Sí hubo casos de funcionarios de otras áreas del Ministerio de Educación que terminaron como rectores universitarios. Pero no provenían de la SPU. Además, el caso de Domenichini parece ser especial: el contexto político que sufre el oficialismo lo explica y la situación se agrava porque la Universidad de Almirante Brown se mantuvo literalmente parada mientras gobernó Macri.

“Sin carreras funcionado, sin estudiantes, sin docentes elegidos de forma trasparente y pública. Con tres tecnicaturas que arrancaron hace una semana se mandaron a elegir rector por cuatro años. Ahora se vienen a apurar porque el rector es el Secretario de Políticas Universitarias y sabe que en diciembre se va”, agregó Lepere.

¿Cuáles fueron las explicaciones oficiales sobre la parálisis de la UNaB? Las respuestas no son claras, pero todo indica que los tres interventores que fueron nombrados por el Gobierno congelaron los procedimientos para que la casa de estudios finalmente tuviera vida. De hecho, se deberá investigar en detalle qué se hizo con el presupuesto designado para la universidad durante todo este tiempo, ya que según pudo saber este diario no se registraron obras ni tampoco la designación de una plantilla docente para las diferentes carreras.

Tan solo hace unos días, la inesperada y rápida designación del hombre de Macri –quien hasta ahora opera como pieza clave en las negociaciones paritarias con los docentes universitarios– generó que la universidad lance tres tecnicaturas improvisadas.

"Nosotros venimos teniendo un diálogo muy directo con los rectores y consensuando políticas con ellos. De hecho, en estos días tuve reuniones con la gran mayoría. Nosotros somos defensores de la autonomía", había dicho Domenichini a fines del año pasado.