El consumo en grandes cadenas de supermercados se contrajo en septiembre 2,6 por ciento interanual, según el índice Scantrack Express de la consultora Nielsen. Los efectos de la última devaluación llevaron a que las ventas retrocedieran 3,3 por ciento en agosto, cuando fue el salto del dólar, y el mes pasado la caída continuó. En lo que va del año la baja acumulada es de 6,3 por ciento. Hasta las PASO el nivel de compras se mantuvo prácticamente congelado, pero la aceleración de la inflación profundizó todavía más el deterioro del consumo. Los rubros más afectados son aquellos que más subieron en precio, como productos frescos, lácteos y congelados, que sólo en septiembre se vendieron en un 8,4 por ciento menos. Creció la demanda de almacén, donde se concentran algunos productos de Precios Cuidados, con un alza de 2,7 por ciento. El correlato es que volvió a empeorar la dieta de los argentinos.

Una consecuencia directa de las políticas que generan inflación con foco en alimentos y servicios esenciales es el deterioro de la alimentación de la población. Las familias que ven reducido su nivel de ingreso dejan de consumir de manera desbalanceada, dejando de lado productos como lácteos, carnes de todo tipo, verduras y frutas y aumentando la ingesta de harinas y arroces, que rinden más en la olla del hogar y son más baratos. En los últimos meses, producto de un nuevo cimbronazo devaluatorio que impactó en los precios de agosto, con un 4 por ciento, y se estima el mes pasado en 5,8 por ciento, según el promedio de la consultoras que informa el Banco Central. El resultado en el consumo no fue peor a raíz del stockeo de mercadería que se produjo en el consumo masivo en los días siguientes a las elecciones y por el impacto de la quita temporaria del IVA. Se calcula que el consumo caería un 10 por ciento este año.

Las cifras del informe de Nielsen dan cuenta de ese proceso. Durante el mes pasado el único rubro que no se contrajo fue almacén, con un 2,7 por ciento de mejora de interanual. “El alza en el consumo de productos de almacén muestra el impacto positivo de la disminución del IVA dispuesta por el gobierno nacional tras las elecciones PASO. Esa medida se complementó con la fuerte dinámica promocional que habitualmente implementan las cadenas y el resultado fue un dato positivo para septiembre en el canal supermercados, que en lo que va del año es el que menos viene cayendo”, explica Maximiliano Narducci, Account Manager de Nielsen. Esta canasta incluye aceites de girasol, maíz y mezcla; arroz, azúcar, conservas de frutas, hortalizas y legumbres, harina de maíz, harinas de trigo, huevos, leche fluida entera o descremada con aditivos, pan, pan rallado y rebozador, pastas secas, yerba mate, mate cocido y té, yogur entero y descremado.

En contraposición, se contrajo la venta de artículos de limpieza (-7,5 por ciento), Bebidas (-2,9 por ciento) y Cosmética y Tocador (-0,9 por ciento). La más pronunciada es la de Frescos, Lácteos y Congelados, con el 8,4 por ciento interanual.

Entre las 72 categorías contempladas en el informe de Nielsen, las que aportaron positivamente para sostener el consumo fueron papel higiénico, productos bañados con chocolate, pastas secas, yerbas, leches, vinos en botellas de vidrio, galletitas dulces, aceites, cervezas, tabletas de chocolate y guarniciones para copetín. En los lugares de las que más se contraen aparecen quesos, gaseosas, hamburguesas, postres y flanes, aguas, jabón para ropa, desodorantes de ambiente, conservas de pescado, mantecas, pañales y yogures.

En el acumulado del año, el desempeño por rubro muestra una caída generalizada con distintas variaciones: almacén (-0,5 por ciento), bebidas (-6 por ciento), frescos lácteos y congelados 12,9 por ciento), cosmética y tocador (6,1 por ciento) y limpieza (-9 por ciento). Según el informe de Nielsen, a nivel territorial, hubo una mayor caída del consumo en las provincias, donde es más difícil acceder a toda la oferta de productos. En los supermercados en la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires hubo una baja de 1,5 por ciento interanual en septiembre pasado, en comparación con el Interior del país, donde el desplome interanual alcanzó a 3 por ciento.