Un petrolero iraní fue alcanzado este viernes por dos supuestos disparos de misiles en el mar Rojo, a un centenar de kilómetros de un puerto saudita, en el primer incidente que afecta a un buque con pabellón de Irán tras una serie de ataques en el Golfo Pérsico. El altercado se produce en medio de vivas tensiones entre Irán, por un lado, y Arabia Saudita y su aliado estadounidense, por otro. Estos dos últimos acusaron recientemente a Teherán de estar detrás de ataques contra instalaciones petroleras del reino, lo que ésta desmiente.

Horas después del ataque al petrolero iraní, el Pentágono anunció que enviará varias decenas de aviones de combate más así como otras aeronaves y un sistema de defensa antiaéreo a Arabia Saudita para proteger a su aliado árabe de potenciales ataques de Irán, su gran adversario regional, como el del mes pasado.

El vocero del Pentágono dijo que Estados Unidos desplegará en Arabia Saudita dos escuadrones más de cazabombarderos, otros aviones, dos baterías de misiles Patriot y un sistema de defensa antimisiles conocido como Thaad, y que este esfuerzo exigirá el envío de 1.800 efectivos adicionales a la petromonarquía.

La National Iranian Tanker Company (NITC), operador que administra la flota de navíos petroleros de Irán, declaró que el casco del "Sabiti" fue impactado por dos 'explosiones' a unos 100 km de las costas sauditas, frente al puerto de Yeda (oeste). Las detonaciones "probablemente estuvieron causadas por impactos de misiles", afirmó la NITC, y precisó que resultaron dañados unos 1,5 m2 del casco. "Todos los miembros de la tripulación están sanos y salvos", añadió NITC, que precisó que las personas a bordo del "Sabiti" están tratando de reparar los daños. "No hay ningún incendio a bordo", afirmó.

El ataque fue lanzado "desde un estrecho cerca del corredor (marítimo por el que transitaba el buque), en el este del mar Rojo", indicó el ministerio de Relaciones Exteriores iraní. Según la televisión estatal iraní, es posible que el incidente fuese provocado por "un ataque terrorista". En fotografías publicadas por la misma televisión, el puente del barco no parece dañado. Las explosiones causaron una fuga de petróleo en el mar, según la agencia Isna. Una investigación sobre "este acto irresponsable" está en curso, afirmó Abas Musavi, portavoz de la diplomacia iraní. El supuesto ataque ocurre antes de la visita prevista a Irán y Arabia Saudita del primer ministro paquistaní, Imran Khan, que intentará ofrecer una mediación en el conflicto.

- Alza del precio del petróleo -

Según la web TankerTrackers, que sigue los movimientos de los buques-cisterna, el "Sabiti" transporta un millón de barriles de petróleo y su destino es el Golfo. Tras el incidente, el precio del crudo subió más de un dos porciento. "Esto aviva el fuego en Oriente Medio", según Bjarne Scheldrop, analista del banco suizo SEB.

El precio del petróleo sube "debido al riesgo de que un incidente similar se produzca en Irán, Arabia Saudita o Irak", declaró la analista Thina Margrethe Saltvedt. Se trata del último de una larga serie de incidentes en la región, especialmente tras unos ataques ocurridos en Arabia Saudita, la incautación de petroleros en el Golfo y la destrucción de un dron estadounidense por parte de Teherán.

En septiembre, Arabia Saudita y Estados Unidos, y después Alemania, el Reino Unido y Francia, acusaron a Irán de ser responsable de unos ataques aéreos contra dos yacimientos petroleros estratégicos en el este de Arabia Saudita, que provocó un aumento de los precios del crudo de un 20 por ciento durante un breve lapso.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó tras la agresión en septiembre que Estados Unidos estaba "listo para responder" y Washington anunció el envío de refuerzos militares a la región. Estos hechos despertaron el temor a un enfrentamiento militar con Irán, después de que Washington y Teherán rozaran el choque directo en junio. Estados Unidos formó una coalición militar marítima para proteger la navegación, a la que se unieron Riad y Abu Dabi.

Teherán negó cualquier implicación en estos ataques, reivindicados por los rebeldes hutíes chiítas de Yemen, que reciben el apoyo de Irán y combaten contra una coalición militar liderada por Riad. Irán, que se considera como el guardián del Golfo Pérsico, denuncia la presencia de fuerzas extranjeras en la región y amenazó varias veces con bloquear el estrecho de Ormuz, punto de paso estratégico para el comercio mundial de petróleo, en caso de que Estados Unidos emprendiera una acción militar. A su vez presentó un proyecto regional para garantizar "la seguridad energética y la libertad de navegación" en las aguas del Golfo.

Las tensiones fueron in crescendo desde que Estados Unidos se retirara unilateralmente en 2018 del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní y restableciera las sanciones contra Teherán, que reaccionó liberándose de algunos compromisos del acuerdo.