Es la última elección provincial antes de las presidenciales de 27 de octubre y en paralelo con el primer debate de los candidatos que aspiran a la Casa Rosada, Chaco elegirá hoy su futuro gobernador. Con las primarias provinciales suspendidas en medio de un controvertido calendario electoral, casi un millón de chaqueños en condiciones de votar encontrarán en el cuarto oscuro una decena de candidatos para suceder al gobernador Domingo Peppo. Aunque la contienda tiene un “favorito”: el intendente peronista de Resistencia y ex gobernador Jorge “Coqui” Capitanich por el Frente Chaqueño, que cosechó en las Paso nacionales y con él como candidato a senador el 60 por ciento de los votos de los chaqueños con la boleta del Frente de Todos. Cómo principal contrincante aparece el ex intendente radical de Roque Sáenz Peña, Carim Peche, por Chaco Somos Todos, la versión local de Cambiemos que en las primarias del 11 de agosto alcanzó poco más del 25 por ciento de los votos provinciales. Pero esta vez, el escenario electoral chaqueño estará desprovisto de los actores nacionales.

Capitanich quiere volver a gobernar Chaco, como lo hizo por dos mandatos consecutivos desde 2007 hasta 2015. El “Coqui”, como lo conocen no solo los chaqueños y como lo refleja la publicidad que acompañó su candidatura –-todavía estampada en las calles de Resistencia—, quiere atar su futuro nuevo mandato a la gestión nacional que encabezaría Alberto Fernández, como lo hizo con Cristina, de quien también fue su jefe de Gabinete. La licencia como gobernador para acompañar a CFK en La Rosada, le trajo dificultades dentro del peronismo provincial, cuyo liderazgo confirmó y ratificó el 11 de agosto pasado.

En las Paso del Frente de Todos, como candidato a senador nacional por el Chaco, Capitanich venció ampliamente a Peppo, que aspiraba a otro mandato. Aunque Coqui contó con la bendición de CFK y la posibilidad de ser candidato en la misma boleta que Les Fernández, mientras que Peppo compitió con boleta corta. Las Paso nacionales terminaron por resolver la interna provincial en la que ninguno de los dos aspiraba a una banca en el Senado sino al sillón de la gobernación. Atrás habían quedado los tiempos en que Capitanich, fue por la intendencia de Resistencia –donde también terminó con la hegemonía radical—para fidelizar los votos para que el peronismo, con Peppo, siguiera al frente del Chaco.

La puja irresuelta había dilatado los plazos para fijar la elección provincial, donde incluso Peppo suspendió las primarias provinciales para obligar a “Coqui” a competir por fuera de la estructura del PJ. La derrota en las Paso terminó con las aspiraciones de Peppo, que declinó su postulación a gobernador, con la colaboración de “Alberto” y algún gobernador vecino. En las últimas semanas, Peppo hizo público su apoyo a Capitanich y su alineamiento con el Frente de Todos.

En tanto, “Coqui” había logrado construir en Frente Chaqueño un émulo provincial del Frente de Todos a nivel nacional. Junto a su compañera de fórmula, la diputada nacional Analía Rach Quiroga, aglutinó al grueso del peronismo –que ahora acompaña en su totalidad--, socialistas, demócratas cristianos, comunistas, independientes, radicales disidentes con Cambiemos y movimientos sociales. Una estructura política que le permite aspirar a un tercer mandato como gobernador.

El principal contrincante de Capitanich, será Chaco Somos Todos, que replica la estructura de Cambiemos con un indiscutible predominio radical. Incluso su fórmula está compuesta por dos boinas blancas: a Peche lo secunda el ex gobernador Roy Nikisch.

El radicalismo es el otro partido que se ha alternado casi exclusivamente con el peronismo en la gobernación de Chaco. Precisamente esto es lo que alienta las esperanzas de los correligionarios. Aunque esta vez parecen correr de atrás: la experiencia del Gobierno nacional de Cambiemos, cuyas políticas económicas impactaron duramente en la provincia, y las causas judiciales que acorralan a la diputada nacional y ex intendenta de Resistencia, Aida Ayala, que aspiraba a competir por la gobernación, mellaron los mayores anhelos de la UCR.

Aunque replican la frase épica del macrismo nacional de “ganar en primera vuelta”, por lo bajo reconocen que sus aspiraciones están puestas en forzar un ballotage con Capitanich. Chaco tiene la misma ley electoral que a nivel nacional para una segunda vuelta. Para ello, el radicalismo tendrá que esperar que el peronismo no saque mas del 45 por ciento de los votos positivos; ni el 40 y los aventaje por 10 puntos. No parece tarea fácil.

En el cuarto oscuro habrá otros ocho candidatos, cuyas fuerzas política no tuvieron buenos resultados en las Paso nacionales. Entre ellas, Consenso Federal que lleva la fórmula Carlos Omar Martínez Fidani- Víctor Raúl Osuna; el líder piquetero Raúl Castells y Edilio Gómez por el Movimiento Izquierda, Justicia y Dignidad (MIJD); Raúl Carlos Pacheco-Analía Mari Bordón por Acción Chaqueña; Emereciano Sena-Marcela Acuña por el Partido Socialistas Unidos por el Chaco; Rubén Osvaldo Levrino-Ana María Enríquez por Proyecto Sur; Eduardo Aguilar- Juan Manuel García por el Frente por la Educación y el Trabajo; y Aurelio Díaz-Sonia Raffin por el Partido Obrero. Además de Juan Carlos Bacileff Ivanoff --el ex vice de Capitanich que intentó tomar vuelo propio cuando “Coqui” fue jefe de Gabinete de Cristina--, que se postula por el Frente Integrador junto a Benito Picón.

Diez fórmulas para una elección que definirán 941.935 chaqueños y chaqueñas habilitadas para votar en 3111 mesas de 300 escuelas de toda la provincia, que también elegirán legisladores provinciales y 60 intendentes. En el sistema electoral del Chaco conviven dos sistemas: el tradicional de boletas de papel y la Boleta Voto Electrónico (BVE). Este último se utilizará en el 22 por ciento de las mesas ubicadas en las localidades de Resistencia, Barranqueras, Fontana, Margarita Belén, Presidencia de la Plaza, General San Martín, Juan José Castelli, Presidencia Roque Sáenz Peña, Pampa del Infierno, Villa Ángela, Las Breñas, Miraflores, Quitilipi, Machagai y Charata.