El periodista Guillermo Andino reveló hace unos días que adelantó dos días el parto de su esposa Carolina Prat para que coincidiera con el aniversario de un histórico gol de Racing, club del que es hincha. De manera inmediata, recibió un repudio estruendoso al contar sin pruritos cómo acordó la inducción del parto en connivencia con el profesional médico. El hecho visibilizó una situación de violencia obstétrica y Rosariol12 indagó la manera en la que se trabaja este tipo de situaciones en la ciudad. Al cierre de esta nota, hubo 1255 partos en el hospital municipal Roque Sáenz Peña, de los cuales solo 300 fueron por cesárea, lo que representa menos del 24 por ciento. "Apuntamos a humanizar el parto y dar un marco a la mujer de poder decidir cómo transitar el momento", explicó el secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana.

En Rosario prima un trabajo valioso que se realiza desde la red de Salud Pública municipal. Tiene un fuerte protagonismo de los equipos de las maternidades del Roque Sáenz Peña y la Maternidad Martin para el acompañamiento y cuidado de las mujeres en el parto. Además, se le suma una fuerte inversión en infraestructura que se materializó en la Área de Atención de la Mujer del Sáenz Peña. En este efector, además de baja en indicadores de utilización de medicamentos, destacan el acompañamiento a las mujeres que deben realizar cesáreas hasta que inicien el trabajo de parto.

Caruana: "La mujer es protagonista del parto. Tratamos de garantizar el respeto de ese momento íntimo y único de la familia".

Caruana resaltó que los equipos municipales se esfuerzan "en garantizar el respeto en ese momento íntimo, único, que tiene la familia, que tiene la mujer, que sigue siendo protagonista del parto y no actor secundario". El funcionario destacó, a la vez, que se lograron instalar en Rosario preguntas sobre el uso del medicamento, las cesáreas, los exámenes complementarios; y ponerlos en su real dimensión. El desafío, entonces, "sigue siendo profundizar en este camino en todas las instituciones de gestión pública y privadas para que el protagonismo y la decisión de las mujeres sea acompañada y cuidada".

"Estamos logrando salir de una visión aislada donde unos pocos deciden sobre el parto respetado y vamos hacia el respeto a la decisión de cómo se quiere parir, pero asociado a resultados sanitarios. Los índices de cesáreas, de episiotomías y anestesia peridural bajan y esto tiene que ver con un abordaje integral. Y muestra y pone en debate en todo el sistema de salud que el equipamiento médico, la industria, la tecnología y el medicamento tienen su rol y su jerarquía, pero no podemos ponerlos por encima del cuidado, del diálogo y del respeto a los derechos", amplió Caruana.

Los equipos del "Roque" vienen desarrollando un trabajo sostenido en pos de humanizar el parto y dar un marco a la mujer de poder decidir cómo transitar el momento del parto. Tal es así que, por ejemplo, y a diferencia del caso Andino, a las mujeres con indicación de cesárea que no revistan carácter de urgencia se les informa que la intervención no se programa y se espera al inicio del trabajo de parto. El jefe de servicio del hospital de zona sur Gustavo Baccifava explicó, en ese sentido, que los equipos "informan debidamente y explican las características de las contracciones, evalúan cada caso, cada particularidad. De esta manera son muchos los beneficios para la salud de la mujer como para el bebé el inicio del trabajo de parto, hay menos dificultades respiratorias al nacer y menos posibilidades de nacimientos prematuros".

Los números ayudan a observar los avances en torno a la humanización del parto. El director del Sáenz Peña, Matías Vidal, reveló que sobre 1255 partos realizados en 2019 (el 23 por ciento fueron cesáreas) se logró una reducción en las intervenciones medicamentosas y médicas sobre el cuerpo de las mujeres. En este sentido, se logró reducir notablemente el uso de medicación durante el trabajo de parto, tanto para disminuir el dolor de las contracciones (vía peridural), desde un 85 por ciento a menos de un 12 por ciento, como también para acelerar el trabajo de parto (el uso de oxitocina bajó de 80 a 16 por ciento).

Por otro lado, Vidal apuntó que un 98 por ciento de las mujeres utilizó la ducha o la inmersión para la relajación y analgesia previo a dar a luz. Asimismo, indicó que "mediante acciones durante el trabajo de parto tales como libertad de movimiento, expresiones de las mujeres y la hidratación por vía oral, se logró disminuir la colocación de sueros intravenosos de un 80 a un 5 por ciento, se redujo la rotura artificial de las membranas ovulares (rotura de bolsa) de un 82 a un 16 por ciento, las episiotomías (corte que se realiza en la vulva para prevenir desgarros) pasaron de un 25 a un 4 por ciento. Por otro lado, las prácticas de la ligadura de cordón oportuno pasaron de un 40 a un 98 por ciento".

 

En la Maternidad Martin es donde ocurre la mayor cantidad de partos en la ciudad. "Se ha avanzado en conjunto con los equipos de los centros de salud en la construcción de planes de parto, a partir de la escucha y acercamiento de los equipos de la maternidad a los centros de salud para encontrarse con las mujeres que asistirán a la maternidad para desarrollar su parto", cerraron desde Salud.