Están preocupados por mi índice, pero me gustaría que se preocupen por el índice de pobreza”, dijo el candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández , al salir al cruce de quienes desde anoche, durante el debate presidencial , pusieron el foco de la atención en su gestualidad de mover el dedo mientras habla. “No entendieron nada de lo que dije”, afirmó y calificó de “poco serio” al comentario que al respecto hizo el presidente Mauricio Macri .

“Lo único que hice fue señalar al responsable de lo que yo estaba diciendo”, aseveró para echar por tierra la polémica desatada tras los dichos del jefe de Estado, cuando al finalizar el debate se dirigió a Fernández y le dijo: “Volvió el dedito acusador, el atril, el kirchnerismo no cambió”.

Fernández recordó que cada vez que recurrió a ese gesto fue cuando señaló al presidente para decirle “dese cuenta de lo que está haciendo”. “Me parece muy poco serio. El presidente no tiene idea de lo que pasa en educación, salud, ciencia y tecnología, ¿y el problema es lo que yo dije con el dedo?”, plateó el candidato.

Por otra parte, sostuvo que si él fuera el profesor de Macri y debiera calificarlo por su rol en el debate que ayer, “por lo pronto lo mandaría al recuperatorio”. Eso sí, añadió, “le daría una oportunidad más para ver si reflexiona y no viene a mentir” en la próxima edición que el domingo próximo tendrá lugar en la Facultad de Derechos de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

Durante una entrevista por AM 750, el candidato cuestionó al Presidente por haberse referido al candidato a gobernador Axel Kicillof utilizando el concepto de “narcocapacitación”. “Eso fue producto del coaching –fundamentó-. Hubo un corte de 12 minutos, fuimos a tomar algo y a hablar con los colaboradores, y se ve que ahí alguien le dijo ‘venís mal, tirá lo de Kicillof’, y lo tiró”.

De la misma manera acusó a Macri de “no decir nada” ni responder a las pregunta que él le planteó. “Lo único que hice fue mostrarle datos. En materia de salud y educación no contestó nada.”

También explicó por qué al inicio del debate recordó al ex candidato Daniel Scioli. “Mi intención fue llamar la atención a los argentinos de que estamos gobernados por alguien que cuatro años atrás mintió descaradamente y que quien había dicho la verdad (en el debate de 2015) estaba en la platea”.

Macri “mintió descaradamente, quiere seguir siendo presidente y sigue mintiendo”, dijo y contó que pensó en ello cuando recordó la vieja frase del ex presidente Carlos Menem, que una vez en la primera magistratura confesó que si él hubiera dicho durante la campaña lo que realmente pensaba, no lo habrían votado. Entonces, agregó Fernández, “lo que quise hacer fue demostrar que eso había pasado” también con Macri.

Por otra parte, comentó que uno de “los hallazgos” de la noche fue cuando el candidato de Consenso Federal, Roberto Lavagna, habló de “plantear el hambre como un derecho humano de este tiempo”. “Todo lo que él dijo me parece que fue serio”, remarcó.

“Lo que me pareció medio raro fue lo de (el candidato del FIT-Unidad, Nicolás) Del Caño pidiendo un minuto de silencio para Ecuador en un bloque de 30 segundos”, agregó.

Fernández también puso en tela de juicio las reglas del debate. Dijo que un período de “dos minutos para hablar de algo es poco, y que 30 segundos más es nada”.

“¿Qué puede decir uno en 13 minutos?, sólo títulos”, dijo y consideró que “lo ideal sería que los debates fueran voluntarios y que, todo caso, la gente juzgue al que no quiso debatir”. Al respecto, criticó al Gobierno por haber impuesto los debates: “Ellos sintieron que ganaron un debate y lo pusieron por ley. Puede ser valioso, pero tiene que ser un debate. Eso no es un debate”.

La entrevista a Alberto Fernández por AM 750