El Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero comenzó a juzgar al ex jefe de inteligencia de la policía provincial Antonio Musa Azar y a otros siete imputados por delitos de lesa humanidad antes y durante la última dictadura cívico-militar. La denominada “Megacausa IV” incluye los casos de un grupo de militantes de la Juventud Peronista desaparecidos en noviembre de 1975 y el abuso sexual contra una menor de edad por el que rinde cuentas Musa Azar, quien ya acumula cuatro condenas a prisión perpetua y goza de arresto domiciliario desde enero del año pasado.

Musa Azar recibió tres condenas a prisión perpetua por su rol durante el terrorismo de Estado y una más por el denominado “doble crimen de La Dársena”, como pasaron a la historia los femicidios de las jóvenes Leyla Nazar y Patricia Villalba en 2003, cuando el ex comisario era secretario de Seguridad de la gestión de la ex gobernadora Mercedes Marina "Nina" Aragonés de Juárez.

Otro de los acusados, el mayor del Ejército Jorge D'Amico, suma tres condenas por delitos durante la dictadura y también tiene prisión hogareña desde hace dos años. Los demás acusados son los militares retirados Humberto Colinos, Julio Ramón Marchant y José Arce, que prestaban servicios en el Batallón de Ingenieros de Combate 141 de la capital santiagueña, además de Ramón Bautista Cisterna y Carlos Alfredo Pithod, y el policía Eduardo Bautista Baudano. La defensa del militar José Ernesto Arce logró que fuera apartado del juicio invocando que se recupera de una reciente operación.

La causa está caratulada como homicidio agravado con ensañamiento y alevosía, homicidio agravado por el concurso de dos o más personas, privación ilegítima de la libertad, imposición de torturas, asociación ilícita y encubrimiento. Durante los próximos dos meses está previsto que declaren sesenta testigos. Las víctimas por las que serán juzgados los represores son los militantes peronistas Julio Dionisio Arias, Pedro Pablo Arias, Ana María Murad, Hugo Alberto Gómez, Carmen Margarita Morales y una mujer que tenía quince años, trabajaba de niñera y fue secuestrada junto con su patrona.

El inicio del juicio estaba previsto para el 5 de agosto pero se postergó por un problema de salud del juez Enrique Lilljedhaj, subrogante proveniente del Tribunal Oral Federal de Catamarca, quien compartirá el tribunal santiagueño con Federico Bothamley y Abelardo Basbús. Como suplente fue designado Domingo Batule, del TOF-2 salteño. La fiscal federal Indiana Garzón representa al Ministerio Público Fiscal.

“Este es el quinto juicio por delitos de lesa humanidad, en el que se va a juzgar la trama represiva montada en contra de los grupos opositores al gobierno de Carlos Juárez enrolados en la Juventud Peronista”, explicó antes de la audiencia Luis Garay, que preside la Asociación por la Memoria, la Verdad, y la Justicia de Santiago del Estero. “Este caso está enfocado al sector militar, que integraban el grupo de tareas del ex Batallón de Ingenieros de Combate 141, en el que se suma a Musa Azar por un caso de violación a una de las detenidas en cautiverio", precisó.

Musa Azar goza de arresto domiciliario desde los primeros días de 2018. Le otorgaron el beneficio los jueces que días antes lo habían condenado en la Megacausa III, Domingo Batule, Abel Fleming y Carlos Lascano. El hijo y abogado del represor, Moisés Azar, lo pidió invocando su edad (81 años entonces) y problemas de salud derivados de su diabetes y afecciones cardíacas. El ex jefe de “la Gestapo santiagueña”, como se conoce en la provincia al temible aparato de inteligencia policial, estuvo internado en los años previos en el hospital del penal de Ezeiza, en el Instituto Penal Colonia Pinto y finalmente en el Hospital Neumonológico provincial. La prisión hogareña generó amplio rechazo y derivó en un escrache del pueblo santiagueño.