Las recientes inauguraciones realizadas por funcionarios del gobierno de Cambiemos parecen tener un efecto búmeran. Lanzadas en el periodo final de la campaña electoral para mostrar las bondades de su gestión, lo que muestran muchas veces terminan siendo fiascos. Eso es lo que sucedió con el nuevo edificio en donde deben funcionar las escuelas Primaria N° 25, Secundaria N° 14 y el Centro Adultos N° 711, en Los Troncos del Talar, de Tigre, en la provincia de Buenos Aires. 

Luego de muchos meses de espera, el viernes 11 de octubre funcionarios del Ministerio de Educación bonaerense realizaron la inauguración, pero durante toda la semana siguiente los/as niños/as y jóvenes de esas escuelas no tuvieron clases, por lo que ayer al mediodía la comunidad educativa junto al Suteba protestaron en las puertas del nuevo edificio. En la convocatoria que circulaba por las redes sociales, la asamblea compuesta por familias, docentes y auxiliares resumía la situación de esta manera: “Al día de hoy, el edificio no tiene agua, ni gas ni se hicieron las pruebas de la instalación eléctrica. Los tanques de agua no fueron amurados y la tormenta del fin de semana los tiró, las barandas de las escaleras deben cambiarse porque son riesgosas y no está instalado el ascensor. Por lo tanto, no está habilitado para el dictado de clases”.

Francisco Pigretti, director General de Administración de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) de la provincia, es uno de los funcionarios que el 11 de octubre hicieron la entrega formal de las llaves del edificio escolar a las dos directoras y el director del establecimiento. Pero como el edificio nuevo no cuenta con las habilitaciones correspondientes, la mudanza no se pudo concretar y los/as niños/as y jóvenes que acuden a esa escuela están sin clases.

Lo cierto es que el nuevo edificio para albergar las dos escuelas más el Centro de Adultos se comenzó en 2016 debido a los problemas que presentaba el viejo edificio, que se inundaba continuamente, entre otras cuestiones graves de infraestructura. La obra se paró varias veces y varias veces la comunidad educativa se movilizó para que se retomara. Debido a esta situación las clases se dictaron de forma irregular. El año pasado, por ejemplo, los y las estudiantes sólo iban dos veces por semana a la escuela a retirar las tareas y las viandas, mientras que los adultos cursaban en un club de la zona. Fue recién en noviembre que el gobierno de la provincia habilitó veintidós aulas modulares, con baños químicos, en una calle aledaña a la escuela, para que se pudieran dictar clases todos los días.

Consultado por Página/12, Pigretti reconoce que “la escuela no la inauguramos”, aunque eso fue lo que dejó asentado es su propia cuenta de Twitter Adriana Frega, directora de Inspección General de la DGCyE: “Tres inauguraciones históricas!!!. Acompañada de mi gran colega @fjpigretti en el astillero de la Técnica 2 de San Fernando. Entregando las llaves de la EP 25 de mi querido Tigre. Orgullosa de acompañar a nuestra gobernadora @mariuvidal entregando las llaves del J 961 de Merlo”. Frega es la otra funcionaria que acudió el 11 de octubre a la escuela de Tigre. “Le entregamos las llaves a los directores para que puedan comenzar a mudarse y puedan volver lo más rápido los chicos a clases”, afirma Pigretti. “Lo que nos está objetando Suteba Tigre es que falta la conexión de gas, que es verdad, porque hay que hacer un troncal afuera con la empresa de gas, que va a estar hecho en los próximos diez días. Otro de los problemas que tienen es que la puerta del baño de discapacitados no tiene la medida reglamentaria, lo que el contratista tiene que corregir, y hay que terminar de hacer una conexión final de agua, porque hay una conexión transitoria”. El funcionario asegura que se había estipulado que la mudanza se hiciera el fin de semana pasado, pero “después surgieron todos estos problemas, que empezaron a poner trabas, y dejamos la libertad de que lo hagan cuando quieran”. Estas trabas a las que se refiere Pigretti en realidad son las objeciones que alega la propia Dirección Provincial de Infraestructura Escolar.

“Recién el viernes (por ayer) se terminaría la conexión de agua y se podría habilitar la planta baja, que es donde tendría que funcionar primaria, que como hicieron aulas de menos, dos salones de primaria tienen que funcionar arriba, donde es el secundario”, denunciaba María Elisa Salgado, secretaria general de Suteba Tigre y además trabajadora de la Escuela Secundaria N°14. “Es una tomada de pelo, vienen los funcionarios y se sacan fotos, pero Infraestructura no habilita porque dice que faltan certificados de obra, no hay agua, la conexión de gas todavía falta que la habiliten, no pusieron el ascensor, las barandas (en las escaleras) son un desastre y las tienen que cambiar”.

El organismo que debe encargarse de concretar la mudanza hacia la escuela nueva es el Consejo Escolar del partido de Tigre. Su presidente, Adrián Pintos, advierte que la mudanza no se pudo realizar aún porque “no está habilitada la escuela todavía, porque están trabajando en la obra”. Ayer se comenzó con la mudanza de la primaria, pero Pintos no puede asegurar que las clases vayan a comenzar la semana que viene: “Lo que nos dicen de provincia es que los alumnos no pueden ingresar. Me parece que los que entregaron el edificio no se comunicaron con los que tienen que habilitarlo para saber si estaba en condiciones”, afirmó el consejero tigrense.

Ante la falta de clases y la incertidumbre acerca de cómo seguirá el ciclo lectivo de las escuelas, la comunidad educativa de la Primaria N° 25, la Secundaria N° 14 y del Centro Adultos N° 711, en Los Troncos del Talar, reclamaron ayer en las puertas del nuevo edificio la presencia de autoridades del Ministerio de Educación provincial. Si bien no se acercó ningún funcionario de la cartera, enviaron por WhatsApp a los directivos de las escuelas la foto de una habilitación parcial del establecimiento, que sólo incluiría el área destinada a primaria. “La semana pasada, cuando se sacaron las fotos, habían traído una empresa de limpieza, pero hoy es una mugre de nuevo porque siguieron trabajando para terminar lo que faltaba y arreglar lo que estaba mal hecho, como los pisos de las escaleras, que tuvieron cambiarlos, y todavía no pusieron los tanques de agua”, señalaba María Elisa Salgado al final de la protesta. “La verdad es que esto es un golpe duro para los chicos y las docentes porque hace mucho que estamos esperando el edificio, y en estas condiciones no se puede dar clases”.