Una situación insólita se vivió en el fútbol mexicano en la noche del viernes, cuando los jugadores de Veracruz ensayaron una protesta para visibilizar un reclamo por falta de pago, pero sus colegas de Tigres aprovecharon el momento para anotar dos goles y finalmente imponerse por 3-1.

El duelo por la fecha 14 de la liga mexicana entre los Tiburones Rojos y Tigres estuvo en duda hasta último momento, ya que los jugadores de Veracruz evaluaban no presentarse como forma de protesta ante el atraso en el pago de sus sueldos que mantiene la dirigencia del club. Sin embargo, a poco del comienzo decidieron jugar porque la Federación azteca había amenazado con descender al equipo si no se presentaban, aunque para visibilizar su reclamo se quedaron quietos durante los primeros tres minutos, después de que el árbitro diera el inicio del partido.

Por más que la prensa mexicana asegura que la medida estaba acordada con los futbolistas de Tigres, el equipo visitante aprovechó la situación para anotar dos goles, sin que los jugadores locales presentaran resistencia. La actitud del conjunto dirigido por Ricardo "Tuca" Ferretti alteró a los jugadores locales, que les reprocharon su comportamiento.

Después del pitazo inicial, los jugadores de Veracruz llevaron la pelota hasta el área, donde el arquero Sebastián Jurado mantuvo el balón en su poder durante casi un minuto, sin que nadie interviniera. Pero pasado ese tiempo, el francés Andre Pierre Gignac fue a ensayar una tímida presión, por lo que el portero rechazó largo. En ese momento, los visitantes tocaron lentamente el balón sin que sus rivales se movieran hasta que Luis Rodríguez disparó desde lejos, sin oposición, y marcó el primer gol. 

La imagen se repitió en el siguiente minuto, hasta que Gignac imitó a su compañero y anotó el segundo tanto. Recién en ese momento Veracruz, donde actúan los argentinos Gabriel Peñalba y Daniel "Keko" Villalba, comenzó a jugar de forma normal, aunque el duelo ya estaba 0-2 con cuatro minutos disputados. Para colmo, a los 8', el chileno Eduardo Vargas convirtió el tercer gol.

El juego continuó bajo aparente normalidad hasta que el inglés Colin Kazim Richards señaló el descuento en tiempo agregado para el 3-1 final. Molestos con la actitud de sus colegas, los futbolistas de Veracruz se negaron a saludar a sus rivales y algunos los aplaudieron de manera irónica.

Veracruz se encuentra inmerso en una tremenda crisis deportiva y económica, que motivó que el equipo atraviese una racha de 40 partidos sin victorias. El campeonato pasado terminó último con cuatro empates y 13 caídas y en el actual también se encuentra en el fondo de la tabla con cuatro igualdades y nueve derrotas.