El estado sísmico en que dejó a todo Chile la movilización histórica día viernes , se mantuvo hoy en las calles de Santiago y varias regiones del país. Lejos de calmarse, la protesta social tuvo como epicentro el Palacio de La Moneda, sede el gobierno, y La Plaza Italia, ambas en el centro de la ciudad, donde se reunieron miles de personas para mostrarle al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que no alcanza con las medidas de maquillaje que tomó su gobierno. A primeras horas del día, el presidente pidió la renuncia de todos sus ministros y anunció que si la situación lo permitía terminarían con el “estado de emergencia”. Se levantó el toque de queda en Santiago, Valparaíso y Concepción, aunque continuará en La Serena y Coquimbo, al norte del país, lo que muestra lo extendidas que están las protestas. El Ministerio del Interior informó que ya son 20 los muertos en las movilizaciones, mientras se siguen reportando violaciones de derechos humanos en manos de las fuerzas policiales.

Los manifestantes volvieron a agruparse en Plaza Italia, que el viernes fue el punto de encuentro de lo que para muchos fue la movilización más grande en la historia de Chile. El sábado fueron llegando durante el día manifestantes para mostrar su inconformidad a las medidas que más temprano anunció Piñera. Como si las palabras del presidente, en las que llamó a la unidad, no fueran más que puro discurso vacío, los militares junto con carabineros volvieron a reprimir, lanzando gases lacrimógenos, un condimento ya habitual en las marchas. También se juntaron frente al Palacio de La Moneda, rodeado de militares y policías. En Valparaíso hubo manifestaciones frente al palacio legislativo, que también fueron reprimidas.

Sebastián Piñera tomó una serie de medidas con las que busca contener las masivas marchas en las calles de todo Chile, algo que parece muy difícil. "He pedido a todos los ministros poner sus cargos a disposición para poder estructurar un nuevo gabinete, para poder enfrentar estas nuevas demandas", dijo Piñera. Uno de los ministros más cuestionados por la opinión pública es del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, quien también es primo hermano del mandatario. "Estamos en una nueva realidad, Chile es distinto al que teníamos hace una semana atrás y por eso atenderemos a esa demanda social", dijo el presidente desde La Moneda. También anunció el inminente fin del estado de emergencia a partir de la cero hora del lunes, pero "si las circunstancias lo permiten". Y pidió al Congreso que apure la aprobación de los proyectos de ley para poder avanzar en la "agenda social" que anunció el martes pasado.

Llegan a 20 las personas muertas durante las movilizaciones, según informó el Ministerio del Interior. Frente a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos que se registraron en los últimos días, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile realiza recorridas por hospitales, cárceles y comisarias para observar el funcionamiento de las fuerzas de seguridad. El organismo informó que hasta la noche del viernes eran 3162 las personas detenidas, de las cuales 343 son menores de edad. Se encuentran hospitalizadas 997 personas, con heridas por armas de fuego 443 y por balas de goma 24. Las querellas por violaciones sexuales llegan a 15. El INDH registró relatos que denuncian simulacros de ejecución, maltrato físico y verbal, además de excesiva demora de la policía en conducir a los detenidos hasta las comisarías, manteniéndolos en los furgones por largas horas y hacinados.

En distintas plazas de Santiago grupos musicales y artísticos realizaron muestras y eventos culturales. Otras de las formas de manifestación que se pudieron ver en algunas esquinas, y que con el pasar de los días fueron convocando más personas, son los cabildos abiertos. En estas asambleas, que recuerdan a las que se dieron en Argentina durante el 2001, los vecinos se juntan para discutir soluciones y buscar una salida a la crisis. Por lo pronto, las cacerolas siguen sonando en todo el territorio chileno.