La Rioja eligió al candidato del Frente de Todos, Roberto Quintela, como próximo gobernador. El escrutinio provisorio era lento por las colectoras, pero la tendencia y la distancia entre el FdT y Juntos por La Rioja, que llevaba al senador Julio Martínez, era de más de veinte puntos porcentuales. El ex gobernador Luis Beder Herrera, que fracturó al peronismo local y se presentó con su propio frente político Nuestra Rioja, quedó en tercer lugar, a pocos votos del macrismo. 

Las elecciones riojanas que se realizaron junto con las nacionales tuvieron su consecuencia en las urnas. La fórmula presidencial del FdT que ganó las elecciones encabezada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner arrastró los votos para Quintela que se impuso ampliamente al macrismo que encarna el ex ministro de Defensa, Martínez. Los riojanos confirmaron así su preferencia por los candidatos del peronismo, que gobierna la provincia desde la vuelta de la democracia en 1983, cuando fue electo Carlos Menem, y relegó al segundo lugar histórico en el que puso el radicalismo provincial. La salvedad fueron las legislativas del 2017, en las que Menem perdió a manos de Martínez.

Las elecciones en La Rioja no estuvieron exentas de polémica. El gobernador, Sergio Casas, intentó imponer su rereelección al convocar a un plebiscito que se lo permitiera, ya que una modificación a la Constitución riojana limitó los mandatos a dos. Casas obtuvo el apoyo de los riojanos, pero la Corte Suprema finalmente no se lo permitió, aunque el gobernador bajó su candidatura poco antes. Además, un fallo de la Justicia Electoral de La Rioja permitió las colectoras para las listas de candidatos a las intendencias y para los concejales, lo que dibujó un escenario con 4428 candidatos para los cargos electivos por debajo del de gobernador.