La inflación en el escenario post electoral seguirá en niveles altos a partir de los resabios de la devaluación de agosto y las últimas subas del dólar oficial. A eso se suma la especulación de parte de las grandes empresas por la proximidad de un acuerdo de precios que permita una recuperación del salario. Otro factor en juego es la consolidación de la brecha entre el dólar y las cotizaciones paralelas a partir de las fortísimas restricciones cambiarias, que tiene un efecto sobre las expectativas que puede trasladarse a precios, especialmente en grandes formadores, aunque el dólar paralelo no implica un impacto directo sobre los precios como sí tiene el oficial. En ese diagnóstico coinciden empresarios y economistas consultados por Página/12.

La marcha de la inflación es una de las tantas variables centrales en el proceso de la transición electoral y el primer período de gobierno de Alberto Fernández. La suba del tipo de cambio luego de las PASO de 48 a unos 60 pesos aceleró el índice de inflación al 4 por ciento en agosto y 5,9 por ciento en septiembre (53,5 por ciento en doce meses). Para octubre, el Estudio Ferreres calcula que la inflación rondará el 4,5 por ciento. “Alimentos sigue teniendo una incidencia importante y también el rubro de transportes y comunicaciones, por las subas de los autos y equipos de celulares”, detalla Santiago Taboada, economista de esa consultora.

Uno de los factores que sigue alimentando a la suba de los precios es la devaluación de agosto y la nueva suba del dólar en la semana previa a las elecciones, al pasar de 60 a 65 pesos. “El dólar tiene impacto directo sobre los precios, porque mueve entre el 70 y el 80 por ciento de los insumos. Creo que los precios ya están considerados con un dólar de 60/65 pesos”, dijo Alberto Guida, presidente de la Cámara de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas.

Con las nuevas restricciones cambiarias de carácter extremo se espera cierta estabilidad del dólar oficial, al tiempo que toma relevancia la brecha cambiaria, es decir, las cotizaciones alternativas del billete norteamericano. La consolidación de la brecha cambiaria revive el debate de en qué medida el dólar paralelo tiene impacto sobre los precios minoristas. “La experiencia que nosotros medimos de la evolución de los precios en relación a la brecha cambiaria viene de los tiempos de Cristina Fernández en el gobierno. En ese momento, veíamos un impacto moderado, mucho menor al de una devaluación del tipo de cambio oficial. La brecha puede impactar en algunos sectores puntuales, pero no es algo generalizado. Ahora bien, hay que ver si aquellas conductas de 2014 y 2015 se mantienen en la actualidad o si la brecha se empieza a tomar como una especie de dólar futuro, lo cual podría influir en los precios”, explicó a este diario Andrés Asiain, director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz. Entidades pymes también advierten por el efecto del dólar paralelo sobre las expectativas, lo cual puede impactar en precios.

Las grandes empresas de consumo masivo vienen enviando en las últimas semanas nuevas listas de precios con aumentos del orden del 10 por ciento. Esto incluye a rubros de perfumería y limpieza, que no están alcanzados por la rebaja temporaria del IVA al cero por ciento, pero también a las grandes empresas harineras y de aceite, que quieren cubrirse de cara a un posible acuerdo de precios. "Hay muchas formadoras de precios que están haciendo un colchón, sobre todo los de la canasta navideña", consideró Vicente Lourenzo, consultor pyme.

Se espera que el equipo económico de Alberto Fernández comience a trabajar en el acuerdo de precios en las semanas previas a la asunción, para darle rodaje a la medida desde los primeros días de gobierno. Sería un relanzamiento de Precios Cuidados que vuelva a incluir las primeras marcas de todas las categorías, la eliminación de Precios Esenciales y un acuerdo de salarios y precios. Como guiño, Carrefour y Walmart lanzaron una campaña de congelamiento de precios durante quince días.