“Me sentía Violetta, rodeada de niños, todos abrazándome y dándome besos, fue muy extraño”, se ríe Paulina Karadagian, productora y responsable de Titanes en el Ring, luego del espectáculo en La Rural que significó el retorno oficial de la clásica compañía de lucha tras 18 años, con transmisión en vivo por televisión. Y que anuncia nueva función este domingo 3 de noviembre en la Sala Siranush, esta vez sin pantalla. Creada en 1962 por el ícono barbado Martín Karadagian, esta franquicia de catch se convirtió en todo un hito nac&pop por la transmisión televisiva de sus combates, cada semana, durante casi tres décadas. 

El furor alcanzó a distintas generaciones: los fans de los ’60 admiraron a distintos luchadores que los televidentes de los ’70 o los ’80. Y ese juego multigeneracional se percibe en este retorno, donde el nuevo plantel permite la convivencia en el cuadrilátero de clásicos como La Momia, La Momia Negra o El Caballero Rojo, con luchadores aggiornados a los tiempos que corren. La nueva versión de Titanes en el ring tiene menos aspecto circense y una estética más ligada a otros shows de combate televisivo, acaso cercana a la de las Artes Marciales Mixtas. Así, el nuevo staff incluye luchadoras mujeres, un representante de la comunidad LGBT, peleadores con furiosa actividad en redes sociales y atletas con nombre y apellido, en desmedro de los extraterrestres, monstruos, androides y otros personajes de tono bizarro y/o kitsch como los de encarnaciones del milenio pasado. 

El furor de Titanes en el Ring, cuyo universo supo generar dos largometrajes y un protomerchandising ochentoso infantil como naipes, figuritas y muñequitos, quedó huérfano tras la muerte del campeón Martín, en 1991. Y más allá de algunos regresos fugaces –el último de ellos, en 2001–, Paulina, hija del legendario jefe de la troupe, confía en la potencia de esta versión 2019 para consolidar el formato de presentaciones en vivo, gira veraniega y presentaciones televisivas el año próximo.

-¿Cómo fue para vos levantar la bandera de tu padre en esta nueva encarnación de Titanes en el Ring?

-Lo primero que hice fue llevar una foto de papá, enmarcarla y ponerla arriba del ring. En esta aventura que también es muy personal, me acompaña Sergio Ventrone, alias Billy Jim, hermano de la vida, que peleaba desde el año ‘72 con papá. Estoy muy contenida, mucha gente del Centro Armenio de Argentina está sosteniéndome la espalda. La última función que hicimos fue muy fuerte, era la primera vez que iba a La Rural a hacer Titanes en el ring pero sin mi papá. Era un lugar muy grande y cuando veíamos a la gente haciendo cola para entrar, me quedé helada por la repercusión. Los llamé a los luchadores para que vinieran a ver, a espiar. Después de esta experiencia, con transmisión por TV en vivo, con la sincronización de tantas cosas, con la necesidad de reaccionar a imprevistos… no puedo creer todo lo que mi papá hacía solo: porque Martín Karadagian hacía todo él.

-¿Alguna vez luchó, pensó en ser luchadora?

-Entrené muchos años, aunque nunca llegué a pelear en público. Hasta tenía pensado un personaje con máscara, Valquiria. Tengo la máscara hecha, tal vez un día se la pase a alguna de las luchadoras. Creo que quienes tomarán esa bandera, algún día, serán mis hijos: Kennedy es un luchador excelente y Khaled, un actorazo, todo un catcher. Todavía son chicos, pero son el futuro linaje.

-¿Con qué criterio eligió qué personajes clásicos recuperar y cómo crear a los nuevos luchadores?

-La época es otra, todo cambió mucho y si queremos captar otro público, tenemos que elegir personajes de este estilo, todos ahora con su nombre y apellido, ya no jugar con sus supuestas profesiones ni con personajes de la Historia. Creo que a los chicos eso no les suma ahora: el luchador es eso, un luchador. Sin embargo, también reconozco que algunos de los personajes enmascarados, como El Caballero Rojo o Lupe Monterrey, en el ring tienen pinta de superhéroes, lo que genera un enganche con los más chiquitos. Así que un poco iremos mechando, incluyendo guiños a los papás o abuelos que veían el show cuando eran chicos. Titanes… es como las películas de Pixar, tiene significados para distintas generaciones. El equipo actual cuenta con luchadores experimentados pero también con muchos jóvenes, ¡Durán Durante tiene 20 años! Son chicos con mucha personalidad, que saben cómo alimentar la curiosidad sobre sus personajes en Twitter o Instagram, sin tirar abajo la magia. Pero también tenés a La Momia, que es un clásico de hace miles de años y no se puede aggiornar: La Momia es La Momia. El equipo de luchadores nos permite ir contando historias en las presentaciones en vivo. Nunca hacemos las mismas luchas, hay continuidad en las presentaciones y eso nos diferencia de los recitales o de las obras infantiles: en Titanes en el Ring, el repertorio cambia siempre.