Un anuncio de Twitter promete cambiar para siempre la lógica de la publicidad política en esta red social. Jack Dorsey, el CEO de Twitter, ordenó que a partir del 22 de noviembre próximo se prohíban todos los anuncios pagos políticos o de iniciativas vinculadas a temas políticos. “El alcance de un mensaje político debe ganarse, no comprarse”, argumentó el empresario, quien advirtió que el poder de la publicidad “puede ser usado para influenciar votaciones que afectan las vidas de millones de personas” y que “no es justo” que algunos candidatos compren los espacios de propaganda para impulsar sus iniciativas.

El director ejecutivo señaló que los anuncios políticos en Internet “suponen desafíos totalmente nuevos para el discurso cívico”, al reavivar el debate sobre la circulación de información en las redes sociales. Precisamente, Dorsey se refirió a las fake news como una de las peores consecuencias, aquellas que además se propagan “a una creciente velocidad, sofisticación y una escala superlativa”.

“Estos desafíos afectarán a toda la comunicación en Internet, no sólo a los anuncios propagandísticos. Es mejor centrar nuestros esfuerzos en las causas de origen, sin la carga adicional y la complejidad que supone el dinero”, subrayó.

La nueva reglamentación, cuyos detalles serán revelados el próximo mes, prohibirá tanto los avisos sobre temas políticos como de candidatos. No obstante, la prohibición afecta únicamente a contenidos de pago, es decir, a los espacios publicitarios que campañas políticas o particulares podían comprar hasta ahora para promocionar sus mensajes, pero en ningún caso limita lo que los usuarios pueden decir en la plataforma.

En la antesala de las elecciones presidenciales de 2020, el primero en reaccionar fue el presidente estadounidense Donald Trump, uno de los pioneros en la utilización de sus redes para difundir mensajes políticos. En un comunicado, el comando de campaña del republicano denunció que se trata de "otro intento de la izquierda para silenciar a Trump y a los conservadores". Además, aclaró que esa decisión “tonta” perjudicará a los accionistas de la empresa.

La decisión de Twitter supone un cambio radical respecto a su comportamiento en la campaña electoral de Estados Unidos en 2016, cuando animaba precisamente a las candidaturas a comprar espacio en la plataforma.

Twitter vs Facebook

La compañía especificó que quiere evitar problemas derivados de la mensajería automática, el aprendizaje automático, la información engañosa y los ultrafalsos o 'deepfakes', una técnica de inteligencia artificial que permite editar videos falsos de personas que aparentemente son reales.

Esta elección contrasta fuertemente con lo expresado por el jefe de Facebook, Mark Zuckerberg, quien defendió recientemente los mensajes políticos en su red, incluso aunque contuvieran mentiras, en nombre de la libertad de expresión.

"Para nosotros no es creíble decir: 'estamos trabajando duro para evitar que las personas eludan las reglas de nuestros sistemas para difundir información falsa, pero si alguien nos está pagando para atacar y obligar a las personas a ver su publicidad política ... entonces pueden decir lo que quieran'! ", remarcó Dorsey en referencia indirecta al último discurso de Zuckeberg en la Universidad de Georgetown a favor de la publicidad política.

Twitter, como Facebook o Google, obtiene la mayor parte de sus ingresos de la publicidad, a menudo dirigida de una manera muy afinada gracias a la gran cantidad de datos recopilados cada vez que los usuarios usan las redes.

La última controversia en torno a la compañía que dirige Zuckerberg surgió a principios de octubre, cuando el aspirante presidencial demócrata y exvicepresidente de EE.UU. Joe Biden pidió a Facebook que retirase un anuncio contrario a él con contenidos que consideró falsos y que fue pagado por la campaña para la reelección del presidente Donald Trump.

La respuesta de Facebook, hecha pública en una carta, fue que por respeto a la libertad de expresión, la de prensa y al proceso democrático, la compañía no iba a contrastar con verificadores profesionales las palabras o anuncios de los políticos en la red social.