La esperanza en lo que viene se acrecienta. Pero no deja de seguir alerta. “Hay malos conocidos que no quiero volver a conocer”, dijo Miguel Fernández, presidente de la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (FONAF). Reclamó terminar con la “agricultura de maceta”, que implique un mero asistencialismo a las familias productoras de alimentos. Dijo que, por el contrario, esperan políticas que planifiquen infraestructura para producir aún en malas condiciones, como cuando hay sequía.

Fernández está en Valle Fértil, en la provincia de San Juan. Pero su realidad es igual a la de Débora Taboada, que vive a 35 kilómetros de Los Blancos, en el departamento Rivadavia Banda Norte, Salta.

Taboada y su familia viven en dos puestos que se llaman Los Leones y El Borracho, en pleno Chaco salteño. Tienen unas cien vacas. Pero en lo que va de esta época seca, que empezó en julio, murieron siete animales. Las causas: la escasez de agua y la falta de pasto por la sequía. La única represa que pudo construir la familia casi por intuición en los años que están en la zona (desde el 1800 aproximadamente), ahora es solo agua espesa y barro. El reclamo urgente es por agua y forraje. 

La lluvia no llegará hasta noviembre y los animales están demasiados flacos. Muchos, como la vaca de la imagen, cuando se echan o caen y después no pueden levantarse, porque están muy débiles. Los campesinos se las arreglan entonces para ayudarlos a ponerse de pie, tratan de hidratarlos con suero y la escasa agua, y de alimentarlos con forraje, en el caso de que puedan comprarlo. 

En estas condiciones es imposible vender los animales, o si los venden es por un precio mucho menor al valor de mercado. Los podrían salvar los rollos de pastos. Un rollo puede alimentar a unos 15 animales de ganado mayor durante cuatro días. Pero cada rollo cuesta $3 mil y el pago se hace imposible.

“El 23 de abril fue la última lluvia”, dijo Fernández desde la zona de Cuyo, donde también hay animales que están “muriendo de sed y de hambre”. A San Luis, San Juan y Mendoza sumaron las situaciones de La Rioja, el Noroeste de Córdoba, y Neuquén, además de Salta, en donde hay agricultores familiares nucleados en la entidad que preside. “Es cíclico. Cada 7 años tenemos sequía. Este año se habla que va a ser una de las sequías históricas en el país pero más que nada en Cuyo, Neuquén y parte del NOA”, advirtió. Si bien en sus pagos cayeron 20 milímetros “no hay pasto”. Sucede que el pasto nace pero no madura, y no llega a haber semilla para que vuelva a su ciclo.

Los animales están muy flacos y es muy probable que una gran cantidad muera. Ante la posible pérdida, se los vende a $4 mil la vaca con el ternero. El precio de mercado de ambos animales es de $16 mil. La accesibilidad al agua y al forraje la suelen tener los grandes ganaderos que se llevan la diferencia entre la compra de los animales y la venta de la producción.

No somos agricultura de maceta, sino productores rurales. Y hoy somos parte de la solución en la medida que podamos producir más. Somos crianceros y los terminamos regalando (a los animales), prácticamente a los grandes ganaderos. Hoy con la venta de un ternero con un año de cría compramos 10 kilogramos de carne”, dijo al continuar con las comparaciones.

Las políticas van en desmedro dado que no hay asesoramiento ni llegada con trabajos técnicos que eviten la depredación. A los terneros hay que cuidarlos de los demás depredadores. “De 30 terneros que tenía, el puma me comió 28”. “Ya no queremos migajas. Queremos soluciones de verdad”, afirmó.

Sin solución

Ayer el vicepresidente del Senado provincial, Mashur Lapad, del departamento salteño de Rivadavia (que está invadido por la sequía), dijo que ya solicitó las ayudas pertinentes a la secretaria de Asuntos Agrarios de la provincia, Milagro Patrón Costas. Esa fue la comunicación que bajó a los agricultores familiares que reclamaron en la Legislatura. “La petición de Lapad es del 21 de octubre”, dijeron los campesinos un tanto enojados. Pasa que la novedad de la sequía no es tan nueva, sino que se denuncia desde hace por lo menos un mes.

Para este viernes pedirán una reunión con Patrón Costas, y respuestas urgentes. Los productores advirtieron que, de no haber solución, empezarán con los cortes de ruta en el norte y quienes están en la capital salteña se encadenarán en la plaza. “El día a día que pasa sin agua para nosotros es la pérdida de un animal”, manifestaron.

Cisternas: 8 litros por día por persona

Desde el INTA se logró llevar a unas 250 familias del Chaco Salteño una solución al consumo de agua. Es una cisterna que cosecha el agua de lluvia y mediante un sistema interno la potabiliza. El tanque es de 16 mil litros y se calcula que dura unos 170 días. La duración está supeditada al uso racional de 8 litros por persona por día para una familia tipo, es decir, de 5 personas. 

El INTA también ayudó a la construcción o limpieza de represas, para almacenar el agua para consumo animal. 

En cuanto al aprovechamiento del agua subterránea, el problema es de los pozos que se hacen en el Chaco salteño el agua que sale “es amarga”, contó Taboada. La describió como si fuera agua con bicarbonato. Ni ellos ni los animales logran tolerarla. Desde el INTA reconocieron a Salta/12 que el tema agua es prioridad. Pero en la zona del Chaco salteño conseguirla es más difícil que en otros lugares.

El pedido desesperado de Fernández es entonces que desde las universidades se empiece a formar a los tesistas en la posibilidad de estudiar las factibilidades de suelo y agua para empezar a solucionar el problema desde el conocimiento.