La disputa por los derechos de la televisación del fútbol argentino está al rojo vivo. Las tres empresas que presentaron las ofertas a sobre cerrado a la comisión de directivos de la AFA formada analizar las mismas, lo saben y buscan generar sus propios mecanismos de defensa ante la guerra de información y rumores con las que se intentan desacreditar a unas y otras. Saben ESPN, Turner-Fox y Mediapro que no hay mejor defensa que un buen ataque, o dicho de otra manera: que en este asunto de rápidos y vivos que es el fútbol, en el que está en juego un negocio millonario, bien vale la pena tomar la ofensiva.

Eso busca ahora la española Mediapro que, más temprano que tarde, comprendió que intentar hacerse con los derechos del fútbol de la AFA no era precisamente un juego limpio. Su sorpresiva aparición entre los oferentes movió reacciones de todo tipo, incluso operaciones mediáticas de desprestigio. Los intereses en juego son fuertes. Tanto como los golpes. Mediapro sabe cómo afrontarlos, ya que en España debió pelear nada menos que con el poderoso Grupo Prisa, dueño del diario El País, para quedarse con los derechos de la Liga de España, su estrella principal a nivel doméstico, ya que también posee los derechos internacionales de la UEFA Champions League y de la Europa League en España, además de las ligas de variados países como Portugal, Grecia, Turquía, Bolivia y los derechos internacionales del campeonato brasileño; también forma parte de la producción de grandes eventos como los Juegos Olímpicos y mundiales de fútbol, y posee los derechos de la Fórmula 1 para Latinoamérica.  

El catalán Josep María “Tatxo” Benet, CEO de Mediapro, mano derecha y socio del también catalán y empresario cinematográfico de izquierda Jaume Roures, viajó ayer a la Argentina desde España junto con el ex futbolista Jorge Valdano para aclarar en primera persona cuáles son las intenciones de Mediapro en la Argentina, donde la firma tiene una filial que cuenta con más de 350 empleados, que se suman a 5000 en el resto del mundo. 

“Somos muy desconocidos aquí en la Argentina. No tenemos un trabajo que llegue de forma masiva a la gente. Pero ahora nos hemos destapado por la oferta que hemos hecho a la AFA. Lo que hacemos mejor es hacer televisión, es hacer contenidos”, comentó Tatxo Benet ante un grupo de periodistas en la sede argentina de Mediapro, en el barrio de Palermo, luego de desacreditar la versión publicada por el Grupo Clarín que asociaba a Mediapro con el escándalo del FIFAgate a través de la filial Imagina, que la empresa tiene en Estados Unidos y de la que dos ejecutivos, el catalán Roger Huguet y del brasileño Fabio Tordin, fueron encontrados culpables de pagar sobornos e “inmediatamente despedidos” de la empresa, “que hoy opera sin ninguna limitación”en EE.UU.

“Somos también una compañía que crea contenidos para la televisión y el cine. Hemos producido a Woody Allen. Somos la primera empresa de contenidos en España y ahora nos hemos asociado en la Argentina con Oficina Burman, porque queremos construir una gran estudio de producción de contenidos para la toda la región. Somos una empresa muy variada, muy grande, facturamos 1500 millones de euros anuales”, aclara el CEO.

Y con respecto a su desembarco en el fútbol argentino, apunta: “Hemos hecho esta oferta a la AFA porque conocemos bien como distribuir el fútbol localmente, y porque creemos que podemos aportar una visión, un tratamiento del producto fútbol muy diferente a como se hace en la mayoría de los países del mundo. Queremos darle un salto de nivel, de calidad, que los espectadores vean que el producto que se les da tiene una mayor calidad que el producto que se les venía dando”.

Una de las caras de la garantía de esa calidad, es el propio Valdano, presente ayer y también en la reunión que Mediapro sostendrá hoy con la dirigencia de la AFA. “Llevo trabajando bastante tiempo con Mediapro, me siento un poco embajador de Mediapro en la Argentina. Creo que es una empresa que ha dignificado al fútbol. Que ha establecido un protocolo de calidad que favorece a la distribución del producto”, comentó el campeón del mundo en México ‘86. “En España se ha dado una salto de calidad muy notable. Y como soy un orgulloso profesional de la empresa, hemos venido a contarlo”, cuenta el ex jugador y directivo de Real Madrid, quien promete la formación de “un circulo virtuoso muy interesante” entre la mejora del espectáculo y del juego en sí mismo. “Mediapro produce programas en los que el fútbol es analizado a fondo y en los que está prohibido el bastardeo. Contamos el fútbol escapándole a la polémica y al ruido”, agrega. 

Tatxo Benet insiste. “Con la Liga de Argentina queremos hacer lo mismo que hicimos en España: crear un canal que se dedique exclusivamente a distribuir el producto en absolutamente todas las plataformas que compiten. Nuestro primer interés no es hacer abonados a una plataforma digital, o a un operador de telefonía, o a un operador de cable. Nuestro primer objetivo es conseguir ciento por ciento abonados a nuestra Liga de fútbol. Creemos que el fútbol es un producto estrella y que el espectador está dispuesto a pagar por ese producto”. Precisamente, en España, los abonados pagan actualmente abonos básicos de 9 euros mensuales, que pueden incrementarse dependiendo del producto que se contrate. 

“¿Por qué creemos que valdría la pena que la AFA considere nuestra oferta? Nosotros buscamos que este fútbol sea un espectáculo de calidad, un producto de primera categoría y para eso trabajamos”, afirma Benet, quien junto a Valdano y el responsable de Mediapro de Argentina, José D’Amato, antes hombre fuerte y cercano colaborador de Carlos Avila en Torneos y Competencias. Precisamente, D’Amato fue el encargado de presentar ante la AFA el sobre con la oferta de Mediapro, que lejos de sentirse excluida y sin chances en la disputa por los derechos de televisación del fútbol, parece decidida a tomar la ofensiva. Ese parece ser el sello distintivo de Mediapro, y particularmente del productor cinematográfico catalán Roures, dueño de una tercera parte de Mediapro, fundador del diario opositor Público, de España, y todo un experto en eso de torcerles el brazo a los poderosos.