Casi un día después de la renuncia de Evo Morales por el golpe de Estado impulsado por la Polícia y las Fuerzas Armadas bolivianas, la Secretaría General de la OEA emitió un comunicado en el que consideró una "crisis política e institucional" lo que ocurre en Bolivia y solicitó que la Asamblea Legislativa Plurinacional se reúna para aceptar la renuncia del presidente con mandato constitucional y "nombrar nuevas autoridades electorales que garanticen un nuevo proceso electoral".

El comunicado firmado por el secretario general, Luis Almagro, se escuda en la renuncia de Evo Morales para no apelar a la aplicación de la carta democrática —cláusula regional que desconoce a los gobierno surgidos de una "alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático"— y convoca a la justicia a investigar "delitos vinculados al proceso electoral", definición que no apareció en el comunicado en el que la OEA solicitó que se repita el proceso electoral. 

Nada sobre la interferenciade las fuerzas militares

El comunicado de la OEA sostiene el rechazo a "cualquier salida inconstitucional a la situación", "la pacificación" y el "respeto al Estado de Derecho" pero sin hacer mención a la interferencia de las fuerzas militares que forzó la renuncia de Evo Morales. 

Ese fue el tono también de las declaraciones de los gobiernos sudamericanos gobernados por la derecha, entre ellos, Argentina,  Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Perú y Ecuador. Ninguno de esos países, reunidos a principios de año en un nuevo organismo denominado ProSur , reconoció la existencia de un golpe de Estado. Por el contrario, sí lo hicieron los gobiernos de Uruguay, México y Venezuela. 

De esa manera, el comunicado de la OEA solicitó que "en forma urgente se reúna la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia a los efectos de asegurar el funcionamiento institucional y nombrar nuevas autoridades electorales que garanticen un nuevo proceso electoral".

Las jugadas de la oposición a Evo

En paralelo, el candidato a la presidencia de la oposición Carlos Mesa, quien quedó en segundo lugar en las elecciones del 20 de octubre, ofreció una conferencia de prensa en la que le pidió a la Policía que levante su acuartalamiento —algo que ocurrió al mediodía— y a "tomar el control de la plaza Murillo para permitir que la Asamblea Legislativa sesione". 

Mesa hizo otro pedido particular tras las decenas de ataques denunciados en las últimos horas contra integrantes del oficialismo. "La única posibilidad de construir una sucesión democrática, para que el mundo no nos acuse de golpe de Estado, es que la Asamblea Legislativa tenga quórum", indicó Mesa para pedir que se deje de hostigar a los legisladores del MAS. 

Ante la renuncia de la línea de sucesión presidencial, el vicepresidente Álvaro García Linera y la senadora Adriana Salvatierra, también surgió este mediodía la figura de la senadora opositora Jeanine Añez, quien se autoproclamo como candidata a conducir el gobierno de transición.

Mesa dijo que la propuesta de Añez sería evaluada por su sector político. Para eso, los legisladores del MAS deben concurrir, tras el golpe de Estado, a la sesión de la Asamblea, aceptar la renuncia de Evo y votar un mandatario de transición. "Si no existen las condiciones se verá otra vía", adelantó Añez. 

Más allá de la convocatoria a la Asamblea para "asegurar el funcionamiento institucional y nombrar nuevas autoridades electorales que garanticen un nuevo proceso electoral", la OEA también pidió avanzar en la investigación judicial a partir del informe que adelantó ayer y que aún resta su presentación en detalle. 

"Es importante que la justicia continúe investigando las responsabilidades existentes respecto a la comisión de delitos vinculados al proceso electoral celebrado el 20 de octubre, hasta las últimas consecuencias", sostuvo el documento firmado por Almagro.