La goleada que el Gimnasia de Diego Armando Maradona consiguió ante Aldosivi en Mar del Plata dejó algo más que una bocanada de aire fresco para los y las platenses que alientan al equipo que marcha último en la tabla más temida, la de los promedios. Sucede algo allí, cuando el Lobo sale del Bosque en esta Superliga, que le permite ganarle a esa presión que día a día apremia a los que visten la casaca azul y blanca y le ponen el cuerpo a la lucha por salir de la zona de descenso.

Y lo que sucedió en La Feliz, allí donde Diego y su plantel sin dudas lo fueron, es prueba de ello: desde que llegó a La Plata, Maradona consiguió tres victorias, todas de visitante, y el último fin de semana alcanzó esa racha de tres triunfos consecutivos fuera de su casa, algo que los platenses no conseguían desde hace casi tres años. Entre esta seguidilla y la última pasaron, exactamente, 2 años, 9 meses y 17 días.

Fue el torneo 2016/2017, aquel que volvió a imponer el formato largo después de varias ediciones cortas, el último en el que el conjunto de La Plata había conquistado tres festejos consecutivos como visitante. Aquella vez, la seguidilla de victorias comenzó ante el mismo rival que la que actualmente ostenta el Lobo. Godoy Cruz, al que los de Maradona vencieron por 4 a 2 para conquistar sus primeros tres puntos de esta Superliga, fue también el del despegue entonces, con un 3-0 por la fecha 14.

Si de buscar detalles se trata, Nicolás Contín es el Wally (de indumentaria blanca y azul aquí, obviamente) en esta historia de racha repetida en la que el Lobo se hace fuerte en rodeo ajeno. El delantero no sólo estuvo presente en ambos duelos contra el Tomba en el estadio Malvinas Argentinas sino que también se dio el lujo de convertir: si en la versión 2019 gritó a los dos minutos de iniciado el juego, en 2016 cerró la goleada a cinco minutos del final. Alexis Martín Arias en el arco y Manuel Guanini en la zaga central son los otros dos protagonistas que estuvieron entonces y están en la seguidilla que comanda ahora Maradona.

Aunque ambas rachas tuvieron al equipo mendocino como víctima inicial, la del 2016 continuó con triunfos en Victoria ante Tigre y en Tucumán ante Atlético (ambos por 1 a 0). La de ahora ya es conocida y, sin dudas, le gana a su predecesora en abundancia goleadora: luego del 4-2 sobre en Mendoza, llegó el 4-0 sobre Newell's y el último 3-0 sobre Aldosivi. Sentado cómodamente en su trono personalizado -como lo recibieron en Rosario- o en una silla más modesta de plástico negro -como la que le ofrecieron en el José María Minella-, Maradona ve magnificadas las fuerzas y las habilidades de sus dirigidos cada vez que toca viajar a jugar.

Las rarezas también aparecen en este recuerdo al que invita la valiosa racha del Lobo fuera del Juan Carmelo Zerillo, haciéndose fuerte donde pareciera más difícil mantener la ilusión de seguir en Primera. Una curiosidad aparece al mirar los bancos de aquel partido que hace 1023 días Gimnasia le ganó a Godoy Cruz para iniciar esa racha: mientras que el buzo platense lo tenía puesto Gustavo Alfaro, el entrenador de los mendocinos era justamente Sebastián Méndez, que tras esa derrota renunció a la dirección técnica del Tomba y que por estos días asiste a Maradona como parte del cuerpo técnico.

Aquella seguidilla, además, sucedió justamente en el torneo que desde esta Superliga dejó de contabilizarse para los promedios del Lobo y que, lamentablemente para sus hinchas, era el mejor de los últimos: finalizó aquel certamen con 43 puntos, a 20 de Boca, que se consagró campeón.

Los más rigurosos dirán que aquella racha, aunque fue consecutiva en cuanto a las fechas del certamen, estuvo partida por el corte veraniego. Pero basta con bucear un poquito más para encontrar los tres triunfos de Gimnasia consecutivos tanto en el calendario futbolero como en el almanaque cotidiano y fuera de su casa.

Si se retrocede cinco años, cinco meses y 26 días, allí se encuentra: con Pedro Troglio como director técnico, los platenses vencieron como visitantes en las fechas 12, 14 y 16 del Torneo Final que se disputó en 2014. Tanto esa racha como la que siguió se diferencian de la actual porque, entre aquellas victorias fuera de casa, el Lobo consiguió puntos también en el Bosque, algo que por estos días le urge conquistar.

Sin embargo, los fanáticos de Gimnasia son conocidos por su ilusión y su compañía a prueba de malas rachas y finos promedios. Y seguro una última perlita les renovará esa esperanza... Porque de la mano de Troglio, los triunfos aquel 2014 fueron ante Olimpo (2-0), Racing (1-0) y Argentinos Juniors (2-0). Y este último fue ni más ni menos que en el Diego Armando Maradona... ¿Será que esta constelación de coincidencias que viene a unir a Gimnasia con Maradona (y hasta con el Gallego Méndez), entre ilusiones y victorias, es una señal de que alguna felicidad futbolera los espera para sonreír juntos? Será cuestión de creer o reventar, y allí en La Plata, entre nervios, calculadoras y a escondidas, lo que seguro nunca falta es la fe.

Informe: Malva Marani.