En una jugada asombrosa, el fiscal Carlos Stornelli resolvió ayer cambiar de abogado: renunció a su defensa Roberto Ribas, quien la ejerció desde el día que empezó la causa de Dolores, y asumió Juan Martín Cerolini. Este letrado todavía no fue aceptado por el juez Alejo Ramos Padilla porque primero tendrá que explicar que no hay intereses contrapuestos entre la defensa de Stornelli y la de otros dos imputados, Marcos Antonio Luffi y Carlos Liñani. Cerolini es abogado del primero y lo fue del segundo. El letrado es muy conocido ya que ejerció la defensa, entre muchísimos otros, de Christian von Wernich, capellán de la Policía Bonaerense durante la dictadura y cómplice de gran cantidad de asesinatos. Un dato llamativo es que Cerolini fue abogado del líder de la barra brava de Boca, Rafael Di Zeo, mientras que Stornelli fue el jefe de Seguridad de Boca. Supuestamente debían estar enfrentados en época de la presidencia de Mauricio Macri en el club xeneize, pero es público y notorio que había connivencia. El cambio de abogado llevó a que el magistrado postergue la indagatoria de Stornelli para el 29 de noviembre, pero antes que nada, este miércoles, Cerolini tendrá que explicar la cuestión de las incompatibilidades.

La fecha del viernes 29 se determinó a raíz de que Cerolini tiene un compromiso en el exterior la semana próxima. Stornelli estaba citado para este viernes y sus allegados hicieron trascender que la intención no es presentar un escrito, sino que el fiscal declare y responda preguntas. Eso podría llevar a que la indagatoria se extienda más de un día, sobre todo teniendo en cuenta que Stornelli tiene ocho imputaciones distintas. Para evitar que empiece este viernes y luego haya una larga interrupción, Ramos Padilla optó por el viernes 29.

Los antecedentes de Cerolini causan escozor.

*Fue abogado de la banda de Los Hornos. Compartió esa defensa con Fernando Burlando. Los cuatro ladrones de ese barrio platense confesaron que asesinaron a José Luis Cabezas de dos tiros en la nuca.

*Fue abogado de policías y militares. El más conocido es Von Wernich, condenado a cadena perpetua ya que, como capellán, presenció asesinatos durante la dictadura y asistía a los policías que mataban y torturaban.

*En la causa AMIA defendió a Carlos Telleldín en un expediente paralelo, pero sobre todo siempre estuvo la versión de que podría presentarse como representante de los sospechados iraníes. Hubo un incidente de envergadura a raíz de una reunión entre Cerolini y Marcelo Martínez Burgos, el fiscal que entonces acompañaba en el expediente a Alberto Nisman. El escándalo llevó a Martínez Burgos a renunciar a esa causa, virtualmente acusado por Nisman de complicidad con Irán. En su momento, Cerolini declaró que Martínez Burgos le pidió que intercediera ante las autoridades de Irán para que no lo mataran, una versión poco creíble.

*Fue abogado del ex jefe de la Policía Federal, Roberto Giacomino, imputado por enriquecimiento ilícito.

*También defendió a uno de los jefes de la barra brava de River, William Schlenker, condenado por el asesinato de Gonzalo Acro.

*Entre muchísimos otros casos, Cerolini fue igualmente el abogado del subcomisario Daniel Gravina, quien apareció con llamadas telefónicas con la banda que secuestró y mató a Axel Blumberg.

El perfil del abogado elegido por Stornelli llama la atención, aunque es uno de los letrados más conocidos entre los que transitan Comodoro Py. Tal vez el fiscal pensó que Cerolini es experto en casos difíciles y su designación es una especie de admisión de que en la causa de Dolores está en serias dificultades.

De todas maneras, antes que nada Ramos Padilla tendrá que aceptar que no existen incompatibilidades con las otras dos defensas que ejerce Cerolini, una en Dolores y la otra en Comodoro Py.

En Dolores, sigue siendo el abogado de Luffi. El prefecto es investigado porque en la casa del falso abogado Marcelo D'Alessio aparecieron centenares de documentos con el usuario Luffi, principalmente informes de migraciones, de llamadas telefónicas y seguimientos ilegales. Sin embargo, el prefecto demostró que le usaron su nombre por cuanto estaba embarcado en patrullas de la Prefectura en la fecha en que se originaron la mayoría de los documentos. Ramos Padilla sobreseyó a Luffi, pero la Cámara Federal de Mar del Plata revocó el sobreseimiento y le dictó una falta de mérito, o sea que ordenó que se lo siga investigando. En principio, no habría incompatibilidad en que Cerolini defienda a Stornelli y Luffi porque no están enfrentados.

Más delicada parece la cuestión de Liñani. Cerolini fue abogado de este lobista que dijo ser amigo del fiscal Carlos Rívolo para concretar una extorsión en la causa de las fotocopias de los cuadernos. En ese expediente, Stornelli se presentó como querellante, es decir que se consideró también víctima de la maniobra. O sea que Cerolini fue abogado del acusado de la extorsión y abogado de Stornelli, que se considera víctima de la extorsión. Aunque todo esto ocurre en Comodoro Py, el juez tiene que evaluar las cosas porque buena parte de los actores aducen que se trata de causas conexas. El otro ingrediente es que Cerolini afirma que ya no es abogado de Liñani, por lo que no hay incompatibilidad. Todo deberá ser evaluado por Ramos Padilla.

Lo cierto es que mientras tanto, para el magistrado de Dolores, Stornelli sigue en rebeldía. No dejará de tener el estatus de rebelde hasta que declare, en principio dentro de 16 días.