Uno de los inconvenientes que sufrió el avión mexicano que trasladaba ayer al presidente depuesto Evo Morales se gestó el Perú. A último momento, y a pesar de que había concedido los permisos aéreos al FAM 3916 en el que viajaba Morales, el gobierno de Martín Vizcarra evitó la entrada de la aeronave al espacio aéreo peruano. Un audio que se filtró en la prensa mexicana muestra el momento exacto en que Perú le negó el paso al avión y el asombro de las personas al mando del avión.

“Hasta el momento no está autorizando el ingreso ni el nivel de vuelo ni tampoco el ingreso a Lima”, le señala la torre de control peruana a la cabina del avión de la Fuerza Aérea mexicana que, ante su sorpresa, pregunta si “el inconveniente es por el aterrizaje en el aeropuerto o por el cruce”. La respuesta también desconcertó al piloto: “La FIR Lima hasta el momento no autoriza el ingreso de su aeronave al espacio aéreo peruano”, ratificó la torre de control.

En el plan de vuelo del avión de la Fuerza Aérea mexicana, según el mismo canciller Marcelo Ebrard, estaba previsto descender en el aeropuerto de Lima para la recarga de combustible, pero luego Perú suspendió las autorizaciones por “valoraciones políticas”. Lo que no se sabía era que el gobierno peruano había también cancelado temporalmente la posibilidad de que el avión pudiera sobrevolar su territorio.

Esta decisión, que se mantuvo durante varios minutos, obstaculizó aún más el complicado vuelo del exmandatario, que se extendió al menos 8 horas más de lo previsto.

El canciller peruano Gustavo Meza Cuadra salió al cruce de Ebrard: descartó que se haya tratado de una cuestión de “valoraciones políticas” y afirmó que el plan inicial no implicaba que el avión en el que viajaba el expresidente boliviano volviera a recargar gasolina en suelo peruano.

“La idea era que se iba de Perú a Bolivia y de ahí se iba directamente a México. En cumplimento a nuestro compromiso era de facilitar ese traslado. Luego de que ha surcado los suelos peruanos se nos comunica que la intención ya no era de partir hacia México sino que quería hacer una escala técnica en Perú. (…) Dada la hora y que no era el plan inicial, un nuevo escenario, pregunte si se podría considerar alguna otra posibilidad. De los términos más cordiales se me dijo que se iba a ver otra posibilidad y así ocurrió”, intentó justificarse.

De acuerdo con Ebrard, esto lo llevó a formular “un plan B”: pedir ayuda al presidente electo de Argentina, Alberto Fernández , para que le facilitara la posibilidad de aterrizar en Asunción, Paraguay, para recargar el combustible necesario para llegar a México.