Andrada (4): tuvo poca actividad con las manos, ya que sólo dos remates de Uruguay fueron al arco. Ambos terminaron en gol, claro. Dio la impresión de que en el tiro libre de Suárez estuvo lento de reacciones o, caso contrario, muy confiado en sus capacidades. Bien con los pies.

Saravia (6): aprovechó con creces su inclusión en el once inicial. Pudo hacer alarde de su repertorio ofensivo con numerosas incursiones en campo uruguayo que, por supuesto, dejaron espacios para la contra. Obligó al ingreso de Laxalt en el complemento para contener sus subidas.

Pezzella (5): si Argentina dominó en la posesión (65 por ciento) fue porque la pelota pasó mucho tiempo bajo la suela del defensor, quien tuvo prohibido rifarla. Fue uno de los que tiró mal el achique en el gol de Cavani. En ataque, tuvo una clara pero se llevó el balón por delante.

Otamendi (5): su presencia fue más advertida en la pelota parada ofensiva que en defensa, y eso que no tuvo ninguna de peligro. También quedó pagando al apostar a la posición adelantada en el tanto del 0-1.

Tagliafico (5): quedó expuesto en el primer gol uruguayo cuando Suárez le comió la espalda. En el complemento, cuando Saravia fue controlado, se sumó al ataque para ser opción de pase.

De Paul (5): dos caras. Como intermediario entre la defensa y el ataque, cumplió su rol a la perfección, con entregas limpias. Pero cuando llegó a zona de peligro, falló considerablemente en el pase final.

Paredes (5): esta vez no tuvo un socio fijo en el medio y se notó. En el primer gol uruguayo, se metió apresuradamente entre los centrales y le entregó mucho espacio y tiempo a Torreira para que dibuje. Tuvo un remate al arco y se fue muy lejos.

Acuña (7): pelotazo que le tiren -sea preciso o no- lo agarra. Opción de peligro constante por la banda izquierda, como cuando habilitó a Dybala para el gol finalmente anulado. En inferioridad numérica en reiteradas ocasiones, logró hacer valer su gran capacidad para aguantar la pelota y, así, llegó el tiro libre del gol de Agüero. Salió sorpresivamente justo antes del gol de Suárez.

Messi (6): tuvo sus mejores momentos jugando por el centro del ataque, apilando uruguayos en más de una ocasión. Con mucho contacto con la pelota, terminó por empecinarse en la búsqueda de tiros libres de peligro -a veces demorando en exceso los ataques- para probar a Campaña, quien respondió bien ante los dos intentos que tuvo el capitán argentino. Finalmente, pudo hacer la diferencia de pelota parada: primero, poniéndole la pelota en la cabeza a Agüero para el 1-1, y segundo, de penal para el 2-2.

Dybala (4): sobre el final de la primera parte, recibió en el área y sacó el zurdazo, pero le pifió, la pelota le dio en la mano y le quedó para la derecha. Esta vez acertó, pero ya estaba todo invalidado. Eso nomás. Salió a los 76.

Agüero (5): se movió por la izquierda pero no logró inquietar demasiado ni con sus intervenciones ni con su presión al trote. En el 1-1 le tiró todas sus mañas encima al marcador, Matías Viña, para imponerse y cabecear al gol. Jugó los 90 minutos.


N. Domínguez (-):
entró por Acuña para darle una mano a Paredes y rifó una pelota que pudo haber sido peligrosa.

L. Martínez (-): quiso imponer su juego de choque y cobró. Una infracción sobre él le agregó más picante a un encuentro ya caldeado.

N. González (-): en poco más de una decena de minutos, desperdició un buen ataque tras habilitación de Agüero. Muy impreciso.

G. Rodríguez (-): jugó dos minutos para la estadística.