A menos de veinte días de abandonar el cargo, un emocionado Mauricio Macri realizó hoy un vivo en Instagram en el que, dialogando con los usuarios de la red social, se refirió a su gusto de helado preferido, sus hobbies, sus ídolos, y, de paso, transmitió alguna que otra definición política. La invitación fue a una charla "divertida, entretenida y constructiva", según se anunció ayer. 

"La publicación del protocolo de Interrupción Legal del Embarazo fue una decisión unilateral del secretario y eso está mal. Por eso, sin discutir el fondo de la cuestión, anulamos por decreto lo que había hecho", declaró Macri en referencia a derogación de la actualización del protocolo de aborto no punible que había impulsado el (ex) secretario de Salud, Adolfo Rubinstein. Media hora antes de que comenzase el intercambio en Instagram, Rubinstein había presentado su renuncia.

A lo largo del video, Macri fue respondiendo preguntas, que tenía ya anotadas en papeles impresos, en las que supuestos usuarios inquirían por su gusto musical -"Cada vez me gusta más la cumbia"-, las actividades en las que incurriría cuando dejase de ser presidente -"Quiero aprender a cocinar"-, si de chico había fantaseado ser presidente -"Sí, pero de Boca"-, sus ídolos -"Gandhi, Mandela, Sarmiento, San Martín, Maradona y Messi. Y mi mujer"-, entre otras cuestiones de la vida. De vez en cuando intervenía su esposa, Juliana Awada, que estaba sentada a su lado y le sostuvo la mano durante todo el vivo: "Le gusta el helado de pistacho", "todos nos equivocamos, las cosas difíciles te hacen crecer", intervino. 

Más allá de las intimidades, Macri se refirió también al rol que su partido asumirá a partir del 10 de diciembre.  "Juntos por el Cambio es un espacio plural, en donde está la Coalición Cívica, el radicalismo, el PRO y, ahora, el peronismo republicano de Miguel Pichetto, que fue una gran incorporación. Él ya confirmo que va a seguir y está más convencido que nunca", afirmó Macri. En el contexto del conflicto interno existente entre el macrismo y sus aliados de la UCR alrededor del affaire Rubinstein, el presidente saliente pareció deslizar una crítica al radicalismo: "En estos cuatro espacios hay lugares para que todos participen, y por ahí en el futuro se canalicen en un partido único. Va a ser difícil porque hay partidos con mucha tradición, como el radicalismo, que no lo hacen tan fácil”.

Interrogado por lo que "sentía" al saber que tendría que abandonar la presidencia, Macri respondió que todo era "todavía muy confuso", porque "desde abril, cuando explotó la crisis, todo fue un vértigo de no parar". "Para mí fue tremendo. Fue el peor momento que viví después del secuestro", se lamentó el Presidente, haciendo referencia a la brutal crisis financiera que explotó en 2018. Por otro lado, Macri aseguró que a partir del año que viene él se encargaría de "coordinar la oposición": "Tenemos que ser una oposición constructiva, responsable e inteligente", postuló. 

Ante las expresiones de cariño hacia su figura, o de desamparo frente a la perspectiva de un nuevo gobierno kirchnerista, Macri les respondió que "esto recién empieza". Y también que "hay gato para rato". "Esto va a ser una oportunidad para que el kirchnerismo demuestre que tuvo algún aprendizaje en estos cuatro años fuera del poder, y no insista con políticas que nos excluyeron del mundo, nos retrasaron y nos dividieron", advirtió. "Ojalá esta etapa empiece con vocación de verdad, tolerancia, dialogo y de integración", auguró en tono republicano, y avisó: "Si no es así, hay un grupo consolidado que representa al 40% de los argentinos que está dispuesto  a poner limites".

Informe: María Cafferata