Los tiempos de la transición se agotan y el Congreso comienza a definir sus futuras autoridades, donde todavía falta confirmar muchos casilleros. El Senado arrancará en punta este miércoles con la “sesión preparatoria”, en la que jurarán los 24 senadores electos en 8 provincias, de quienes asuman bancas en reemplazo de los que han sido elegidos para otros cargos y definirá las autoridades de la Cámara alta a partir del diez de diciembre. El martes habrá una reunión en el Bloque Justicialista (BJ), donde José Mayans sería ungido presidente y se aprobaría la unificación con el Frente para la Victoria en una sola bancada del futuro oficialista Frente de Todos, que presidiría el propio formoseño. Pero aún resta resolver quien ocupará la presidencia provisional del Senado, el segundo cargo en la línea sucesoria presidencial. Cambiemos tampoco tiene definido hasta ahora quiénes estarán al frente del interbloque, en su regreso al llano como oposición y en medio de duras disputas internas entre la UCR y el PRO.

El FdT busca avanzar en los acuerdos contrarreloj. Para hoy a las 16 está convocada una reunión del Bloque Justicialista con su actual conformación, que tres horas después se ampliará a los senadores que jurarán el miércoles. Allí se resolvería lo que comenzó a gestarse la semana pasada: un cambio de timón para unificar al bloque identificado con los gobernadores peronistas en una sola bancada con el kirchnerismo.

La propuesta se abrió paso luego que el presidente electo, Alberto Fernández, le ofreció al cordobés Carlos Caserio (que preside el BJ) un lugar en el Gabinete nacional. Caserio había dicho públicamente que desde la victoria del FdT no se había hablado de la unificación de los bloques y que no creía que mantener dos bloques oficialistas fuera una dificultad para el futuro gobierno. Pero la vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner –que presidirá el Senado– sostiene la necesidad de tener bancadas unificadas en ambas Cámaras del Congreso, como estrategia parlamentaria para acompañar las leyes que proponga el gobierno de Alberto.

Con las puertas abiertas del futuro gabinete para Caserio, cobró fuerza el nombre de Mayans para reemplazarlo. El formoseño se enfrentó no pocas veces a la vieja conducción de Miguel Angel Pichetto y fue uno de los más duros críticos del rionegrino cuando pegó el salto al macrismo. Pero fundamentalmente, Mayans siempre tuvo un buen y fluido diálogo con el bloque que conduce CFK. Ahora aparece como la figura capaz de presidir la banca unificada del FdT en la Cámara alta.

Pero el martes también estarán en discusión otras cuestiones. Entre ellas, las presidencias y la integración de las estratégicas comisiones permanentes del Senado y el reparto de los asientos en las bicamerales con mucho peso en el ámbito parlamentario.

Tampoco está definido quién ocupará la presidencia provisional. Es un lugar estratégico, no sólo por ser el segundo en la línea sucesoria presidencial. En las últimas horas la electa senadora santiagueña Claudia Abdala, esposa del gobernador Gerardo Zamora, se sumó a la danza de nombres para ocupar ese lugar, en el que ya aparecían la joven mendocina Anabel Fernández Sagasti y el electo senador neuquino Oscar Parrilli.

En Cambiemos las definiciones tampoco son sencillas, en medio de una creciente disputa no solo entre los dos socios mayoritarios de la alianza (PRO y UCR), sino también hacia el interior del radicalismo. Otro formoseño, el radical Luis Naidenoff, aspira a seguir al frente del interbloque, donde el radicalismo tiene 15 senadores propios y el macrismo 8, además de 5 aliados. Naidenoff podría atravesar la disputa con el PRO por una cuestión numérica, aunque la interna entre ambos partidos por el liderazgo opositor subió en intensidad tras la renuncia del ex secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, luego que Mauricio Macri derogó el protocolo sobre el aborto no punible.

La resistencia a Naidenoff es dentro de la UCR, donde el gobernador jujeño Gerardo Morales y el saliente mandatario mendocino, Alfredo Cornejo, disputan poder para sus propios proyectos presidenciales en 2023. Alineados con Cornejo, los radicales porteños propusieron para ese cargo al senador electo Martín Lousteau, moción que no logró prosperar dentro del bloque. Tampoco la opción B, el pampeano Juan Carlos Marino.

La creciente disputa con el PRO logró poner a Morales y Cornejo en la misma vereda. Ahora habrá que ver si entre ambos logran armar un delicado equilibrio para imponer al PRO su peso territorial y conducir Cambiemos en su regreso al llano.