Ultimamente, su apellido sólo aparece cuando sale a despotricar contra la Conmebol o cuando opina en favor de gobiernos de corte neoliberal. Sin embargo, no está de más recordar el gran jugador que fue José Luis Félix Chilavert, quien marcó un verdadero antes y después para sus colegas arqueros gracias a su capacidad goleadora.

Emblema del Vélez Sarsfield multicampeón de la década del '90, el uno paraguayo protagonizó hace 20 años un acontecimiento futbolístico único, al convertirse en el primer arquero que anotó tres goles, mediante sendos tiros penales, en un mismo partido en competencias profesionales.

Ocurrió un domingo 28 de noviembre de 1999, cuando el equipo de Liniers derrotó en un desparejo clásico del Oeste a Ferro por 6-1, en un partido jugado en el estadio José Amalfitani y válido por la decimosexta fecha del Torneo Apertura (River sería el campeón con sólo un punto de ventaja sobre Rosario Central; Vélez terminaría séptimo y Ferro, último, por lo que descendería).

Chilavert, quien a esa altura tenía 34 años, ya se hacía cargo desde hace tiempo de la mayoría de las pelotas detenidas de peligro de Vélez. Aunque su primer gol en Liniers fue en 1993 (el primero de su carrera fue en 1989, con la Selección de Paraguay), recién a partir de 1996 comenzó a sumar festejos en la red rival a rolete. Por ende, en esa tarde de sol en Liniers frente al clásico rival, dirigido por Rubén Darío Insúa, el arquero nacido en Luque en julio de 1965 ejecutó los tres penales que sancionó el árbitro Roberto Ruscio para los dirigidos por Julio César Falcioni.

Vélez abrió la cuenta con un tanto convertido por el entonces prometedor delantero de 18 años Mauro Obolo tras pase del pelilargo Darío Husaín y, antes de la finalización de la primera etapa, cuando ya habían sido expulsados post escaramuza Eduardo Domínguez por el local y Mario Grana por la visita, Chilavert tuvo su chance. Agarrón de un veinteañero Cristian Tula a Federico Domínguez dentro del área para que el paraguayo marque el 2-0 parcial, con un remate violento de zurda, colocado al poste izquierdo de Fabián Cancelarich, que optó por el otro lado.

En el complemento, luego del descuento conseguido por Nicolás Sártori con un cabezazo que dejó parado al morrudo paraguayo, Vélez desató su tempestad ofensiva. Una infracción en el borde del área de Martín Vitali a la versión delantera de los hermanos Husaín le permitió a Chilavert anotar con un bombazo al medio el tanto número 40 de los 48 que obtuvo defendiendo a la entidad de Liniers.


Más tarde, un exquisito pase pinchado de Fabián Cubero -también por los 20 años de edad- para la cabeza de Obolo significó el 4-1 de Vélez, pero una nueva falta dentro del área a Husaín, quien -en modo Garrincha- sacó a bailar a a Norberto Morello, devino en una oportunidad única para el arquero que también vistió la camiseta de San Lorenzo en el fútbol argentino (122 partidos entre 1984 y 1988).

El emblemático uno sacó un nuevo remate potente, al medio del arco (travesaño y adentro), para cristalizar el 5-1 parcial y hacerse dueño de una marca impensada. Nunca antes (tampoco después) un arquero convirtió tres goles en un encuentro profesional de fútbol. La goleada la cerraría su compatriota guaraní César "Tigre" Ramírez, quien marcó en esa ocasión el único gol de su efímera etapa en Liniers.

Chialvert, quien terminó su carrera en el club de Liniers en 2004, convirtió 48 tantos para Vélez, ocho con Paraguay, cuatro con Peñarol de Montevideo, uno con Real Zaragoza de España y el restante con Racing de Estrasburgo de Francia. Del total de 62, 44 fueron de penal, 16 de tiro libre y dos de rebote tras ejecuciones máximas falladas.

El único arquero que convirtió más veces que el paraguayo durante su trayectoria es el también retirado brasileño Rogerio Ceni, quien se adueñó de la marca en 2006 y festejó 129 tantos en San Pablo.