Los tres jueces del Tribunal Regional Federal de la 4ªRegión (TRF-4) de Brasil condenaron en segunda instancia al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a 17 años de prisión en la causa que investiga un caso de corrupción en el uso de una finca en Atibaia, en el sudeste del país. La defensa del exmandatario apelará la sentencia. Denunciaron que la causa sigue las mismas "irregularidades" del caso por el departamento de Guarujá.

El juez relator del caso, Joao Pedro Gebran Neto, pidió elevar la condena de primera instancia a "17 años, un mes y 10 días" de cárcel por delitos de corrupción pasiva, corrupción activa y lavado de dinero. Esa propuesta fue aceptada por los otros dos magistrados, Leandro Paulsen y Eduardo Thompson Flores.

En febrero de este año, Lula había sido condenado por este caso en primera instancia a 11 años y 10 meses de cárcel. En la práctica, la decisión de esta corte no implica el regreso de Lula a prisión, ya que el Supremo decidió recientemente que es inconstitucional que alguien esté preso mientras pueda recurrir a instancias superiores.

Sin embargo, la sentencia supone un golpe hacia el expresidente, ya que dificulta aún más que pueda ser candidato a la presidencia en las elecciones de 2022. La ley brasileña impide que alguien con una condena en segunda instancia pueda presentarse a los comicios. Lula ya acumularía dos: la del apartamento de Guarujá (por la que entró en la cárcel) y la de la finca de Atibaia.

En este proceso (que no tiene relación con el que le llevó a la cárcel), Lula está acusado de haberse beneficiado de obras de reforma que empresas contratistas de Petrobras habrían realizado en una finca en Atibaia, en las afueras de Sao Paulo.

Al explicar su voto, el juez Gebran Neto aseguró que "poco importa" si Lula era o no el propietario de esa casa, porque quedó demostrado que "Lula usaba el inmueble".

Los abogados defensores de Lula ya adelantaron que apelarán la sentencia por considerarla incompatible con el fallo del Supremo Tribunal que advierte sobre el orden de las alegaciones finales de los casos. El abogado de Lula, Cristiano Zanin, consideró que la decisión es “un ejemplo más de un proceso injusto” contra el exmandatario.

“Este juicio ocurre después de 19 días de que el expresidente Lula haya dejado la prisión donde estuvo 580 días ilegalmente detenido. Es un recurso que fue analizado, una vez más, en tiempo récord”, dijo Zanin y agregó: “Vimos argumentos políticos siendo presentados en vez de argumentos jurídicos y la cuestión del derecho quedó evidentemente despreciada”, se quejó el abogado de Lula.