Por tercer año consecutivo, se celebra en el país la Semana Nacional del Teatro Comunitario, para contagiar y promover la continuidad y la expansión de un género de las artes escénicas nacido al sur de Buenos Aires. Organizadas por la Red Nacional de Teatro Comunitario, las jornadas se extenderán desde este viernes hasta el 8 de diciembre y contarán con la participación de más de treinta grupos teatrales de Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Gran Buenos Aires, Misiones, Salta, La Pampa, Santa Fe y Provincia de Buenos Aires. Como parte de una agenda diversa, pensada para toda la familia, se ofrecerán obras, ensayos, charlas, proyecciones, música, talleres y seminarios con entrada libre, gratuita o a la gorra, que tendrán lugar en las sedes de cada grupo participante, en plazas, calles y lugares públicos.

Nacido en 1983, aún en tiempos de dictadura, el fenómeno del teatro realizado por vecinos y para vecinos se replicó en decenas de territorios y hoy se estima que son más de sesenta los elencos barriales que producen sus propias obras de forma colectiva. El Grupo Catalinas Sur, de La Boca, fue el primero en sembrar la semilla para que el movimiento se multiplicara, y de esa siembra surgió, entre otros, Murga de la estación, formado en 1999 por un conjunto de artistas de la ciudad de Posadas, en Misiones. Desde su lugar, el grupo abrirá la semana con la realización de una peña -Do tre tema- a la gorra, en Pedro Méndez 171 (Posadas), este viernes a las 22, y en fechas posteriores sumará talleres de candombe y percusión afrolatina y un ensayo abierto y una presentación de su propia orquesta.

Conformado por 120 vecinos, con edades entre 2 y 76 años, el grupo misionero celebra actualmente 20 años de trabajo, motivo por el cual el Instituto Nacional del Teatro le otorgó el Premio a la Trayectoria. “El premio es un mimo al corazón para nosotros porque es un reconocimiento de muchos años de existir y resistir”, dice al respecto Sara Motta, su directora.

Si hay un campo que se fortalece en momentos de crisis ese es el teatro, y el comunitario no está ajeno a esa capacidad de resiliencia. La crisis de 2001 fue, precisamente, una plataforma de despegue para muchas comunidades que encontraron en la actuación un modo de recomponer los vínculos sociales desintegrados. En ese contexto, en 2002, en el barrio porteño de Flores, surgió Alma Mate, que hoy reúne a 50 vecinos de entre 4 y 80 años y monta sus obras en la Plaza de los Periodistas (Neuquén y Nazca). Y allí es donde volverá a presentarse con Abracadabra, el domingo a las 17. Pero no estará solo, sino acompañado por el grupo Res o no Res, de Mataderos, que presentará Fuentevacuna, a las 18. “Somos felices cada vez que compartimos la plaza con otro grupo hermano”, afirma Alejandro Schaab, director de Alma Mate. “El teatro comunitario crea lazos de amor, amistad y solidaridad. Si uno pudiera replicar esto en otras escalas, en la sociedad misma, y dejar de lado la competencia para ayudar y complementar al otro, creo que todos estaríamos mejor”, reflexiona.

En la Provincia de Buenos Aires también se encendió la mecha del arte colectivo, y en 2005 se gestó el grupo de Teatro Comunitario de Berisso, que en esta oportunidad se traslada a la Ciudad de Buenos Aires para ofrecer una función de Kermesse, en el Centro Cultural Haroldo Conti (Av. del Libertador 8151), el sábado a las 21, mientras que el lunes brindará una charla-taller -Pensar el Teatro Comunitario Argentino- a cargo de la docente e investigadora Clarisa Fernández, en la Escuela Nº 9 (2 y 170), de Berisso. “Quienes formamos parte del teatro comunitario encontramos un espacio que nos hace sentir protagonistas y no solo espectadores de las realidades sociales y culturales de nuestra comunidad”, sostiene María Laura D'Angelo, que dirige a los 40 integrantes del grupo en el que también se repite la heterogeneidad etaria que se extiende desde los 10 a los 75 años.

“Otro mundo es posible si somos capaces de imaginarlo”, es la consigna que todos los grupos comparten. Es que el teatro comunitario nace desde la convicción de pensar al desarrollo de la capacidad creativa de las personas como un derecho humano esencial. Y más allá de la diversidad de identidades y territorios, esa creencia es la que hermana a todas esas comunidades de artistas.

“El teatro es una actividad que nuclea a un montón de personas, con diferentes edades, culturas e ideologías, y que muestra la capacidad de ellas de poder crear juntas y de pertenecer a un proyecto comunitario en donde se reflejan y se cuentan historias que, de esta manera, se hacen más vivas”, opina Motta, desde Misiones. “Cada niño, niña, niñe que se integra al teatro trae impresionantes capacidades. Muchos creen que no tienen ninguna, pero rápidamente se dan cuenta que las tienen y eso se valoriza dentro del grupo. El teatro es transformador en sí mismo, transforma al grupo y también a la persona, porque la mejora, le da potencialidades y la hace creer en sí misma”, subraya Schaab. En la misma línea, D´Angelo concluye: “El Teatro comunitario parte de la premisa del arte como derecho, y por eso siempre levantaremos la bandera que permita que las personas tengan espacio para la creación y la expresión, con la convicción de que el arte permite conocer y transformar el mundo que habitamos, de lo individual hacia lo colectivo”.

* La programación completa puede consultarse en: www.teatrocomunitario.com.ar o en Facebook: Semana Nacional del Teatro Comunitario.

PARA ANOTAR EN LA AGENDA

VIERNES 29:

- Venimos de muy lejos, de Catalinas Sur (La Boca). El Galpón de Catalinas, Benito Pérez Galdós 92, a las 22. Repite el viernes 6.

- Cooperati ¿qué?, de La Comunitaria (La Pampa). Calle 217 y 263 (General Pico, La Pampa), a las 17. A la gorra.

SÁBADO 30:

- Herido Barrio, de Matemurga (Villa Crespo). Centro Cultural Haroldo Conti, Av. del Libertador 8151, a las 19. A la gorra.

- El Casamiento de Anita y Mirko, del Circuito Cultural Barracas. Circuito Cultural Barracas, Av. Iriarte 2165, a las 21.

DOMINGO 1:

- De clú en clú, de Los Villurqueros (Villa Urquiza). Centro Cultural Haroldo Conti, Av. del Libertador 8151, a las 18. A la gorra.

- De Barrio Somos, de Orilleros de la Cañada (Córdoba). Anfiteatro Municipal Ciudad de Río Tercero, Alsina y J. Vlucetich (Río Tercero, Córdoba), a las 20. A la gorra.

SÁBADO 7:

- El amor puede más (no jodan mas), de Pompeya Teatro Comunitario. Centro Cultural Haroldo Conti, Av. del Libertador 8151, a las 19. A la gorra.

- El día que la chusma acorraló a Bartolomé, de Los Bufones del Andén (Olavarría). Centro Cultural Haroldo Conti, Av. del Libertador 8151, a las 19. A la gorra.

DOMINGO 8:

- En el andén, de Las Palomas dicen (Tres de Febrero). Asociación de fomento Martín Coronado, Nahuel Huapi 6658 (Martín Coronado), a las 19.30. A la gorra.

- Un brindis por los González, de La Colombina (Mendoza). La Colombina Centro Cultural, Balcarce 220 (Godoy Cruz, Mendoza), a las 21. A la gorra.