El Teatro del Pueblo, el mítico espacio que supo ser el primer teatro independiente de la Argentina y de Hispanoamérica, tiene casa propia, y la inauguración oficial se celebró este viernes con la presencia de diversos referentes de la cultura. El acontecimiento lo ameritaba, no sólo porque significa el regreso de una producción emblemática al movimiento teatral porteño, sino también porque ese retorno implica el comienzo de una nueva etapa para el teatro fundado el 30 de noviembre de 1930 por el escritor, periodista y dramaturgo Leónidas Barletta.

El encuentro tuvo lugar en la sala “Carlos Somigliana” del nuevo edificio ubicado en Lavalle 3636, en el corazón de Almagro, que este sábado abrirá sus puertas al público desde el mediodía y hasta la medianoche. Y cerca de las 14 inició la conferencia encabezada por los integrantes de la Fundación Somigliana (SOMI), que desde 1996 está a cargo de la dirección y programación del Teatro del Pueblo. El primero en hablar, para hacer “un poco de historia”, fue el dramaturgo Roberto Perinelli, secretario de SOMI, secundado por sus compañeros Roberto “Tito” Cossa, Presidente de la entidad, Bernardo Carey, Vice-presidente, Adriana Tursi, Héctor Oliboni, Andrés Binetti, Raúl Brambilla y Mariela Asensio.

Fue en 1943, luego de habitar distintos espacios desde su fundación, que el Teatro del Pueblo se instaló finalmente en el edificio ubicado en Av. Roque Sáenz Peña 943, propiedad del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos desde 1994. Y allí continuó en actividad hasta su última función en diciembre de 2018, cuando iniciaron las tareas de mudanza.

“En 2016 nos enteramos que debíamos desalojar el lugar, y deliberamos qué hacer. La Fundación había incorporado un poco antes gente nueva, y con este nuevo equipo entendimos que había espacio para el atrevimiento. De esta manera, emprendimos esta aventura de comprar un antiguo galpón donde funcionaba un teatro -Puerta Roja- y llevar adelante la construcción de este edificio, tarea que estuvo a cargo de los arquitectos Natalia Miranda y Daniel Miranda”, relató Perinelli.

El teatro, construido desde las bases, tal como se reveló en un emotivo video al finalizar la conferencia, cuenta con dos salas: “Carlos Somigliana”, ubicada en la planta baja, con capacidad para 105 espectadores, y “Teatro Abierto”, en el primer piso, diseñada como un salón de usos múltiples donde también se realizarán funciones con lugar para 55 butacas. Allí podrá disfrutarse de una rica programación de autores y autoras nacionales a partir del 1 de febrero de 2020.

El ambicioso proyecto, más aún en un contexto de crisis económica que golpeó duro este año a la actividad teatral, pudo concretarse gracias a la ayuda colectiva que reunió aportes de la comunidad teatral y múltiples instituciones como el Instituto Nacional del Teatro, el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Proteatro, Mecenazgo, Fondo Nacional de las Artes, Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias, Argentores, Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y el Banco Santander Río. Para todos ellos hubo un agradecimiento, incluida una mención especial al Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro, allí presente. “Estamos muy contentos de estar en este barrio y trabajaremos, como siempre, para contar con lo mejor de la dramaturgia argentina y para sostener al Teatro del Pueblo como un centro de resistencia cultural”, cerró Perinelli.

Quien tomó el micrófono luego fue el dramaturgo y presidente de SOMI, Roberto “Tito” Cossa, que este sábado compartirá el aniversario de su cumpleaños número 85 junto con la celebración del 89º aniversario del nacimiento del Teatro del Pueblo, fecha elegida como “Día del Teatro Independiente”.

“En estos tiempos esto es un milagro”, dijo Cossa, visiblemente emocionado. “Recibimos un gran apoyo de la comunidad e incluso de los organismos estatales, que dependen de un gobierno que no se parece a nuestras ideas. Pero creo que aparte de esa ayuda, este proyecto tuvo la energía del movimiento de los teatros independientes. Yo no sé si tenemos idea de lo que es este fenómeno de Buenos Aires, único en el mundo. Competimos con Nueva York, con París y con Londres en cantidad de salas. Hoy en la ciudad hay 170 salas registradas, y se habla que entre los espacios, garages y casas de familia donde se hace teatro, se llega a 300 lugares. Es notable. Y esto no se hace para ganar plata. Que ninguno que se ponga a hacer teatro independiente piense que se va a ir de veraneo a Mar del Plata con lo que gana (risas)”, manifestó.

“Son momentos difíciles, pero aquí estamos”, continuó el reconocido dramaturgo, que interrumpió su discurso para saludar especialmente a Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y al actor Pepe Soriano, presentes entre el público. “No pensé que pudiéramos hacer esto. Sentíamos que este teatro no podía de dejar de existir, porque hay cosas que en Buenos Aires no pueden desaparecer”.