El campeón en levantamiento de pesas de Río Grande, Marcos Martínez, fue procesado por el delito de lesiones leves agravadas, por haber sido cometidas en contra de su pareja y en un contexto de violencia de género. Es por el episodio de violencia de mediados de noviembre, cuando la mujer cayó del tercer piso del hotel donde se alojaban en Ushuaia.

Si bien no se pudo probar que Martínez hubiera arrojado por la ventana a su pareja de más de 20 años de convivencia, el juez de instrucción Javier de Gamas Soler consideró que fue el despliegue de violencia de Martínez lo que determinó la necesidad de la víctima de huir de la habitación del hotel de la forma en que lo hizo.

En su resolución del jueves pasado, Gamas Soler determinó que el 11 de noviembre, en el marco de una “fuerte discusión” entre ambos ocurrida en la habitación Nº 308 del Hotel Mónaco de Ushuaia, Marcos Martínez agredió físicamente a su pareja, a quien dio un golpe en su pómulo izquierdo. Ella habría intentado defenderse, por lo que le quedó una lesión en el antebrazo. Finalmente, con el fin de huir de esa situación y ante la imposibilidad de salir por la puerta de la habitación, donde se hallaba su agresor, tomó la desesperada decisión de salir por la ventana.

En la indagatoria, cuando Martínez fue consultado por el tribunal respecto de lo ocurrido en el hotel, dijo que discutía con su pareja y que en un momento mientras él buscaba pasajes ella desapareció. Cuando se dio cuenta de que había caído por la ventana, corrió pisos abajo para buscarla. Desde el patio interno la vio colgando de un caño, le dijo que se soltara y la atajó. Martínez respondió al tribunal, además, que luego de la caída le dijo a su pareja “cómo vas a hacer esto, ahora me arruinaste el mundial, no sé si vamos a conseguir pasaje” y que estaba preocupado porque el tema seguramente se había hecho público y que esto lo iba a perjudicar.

Por otro lado, varios testigos dieron cuenta de que en el hospital ella le dijo: “vos me quisiste matar, no te denuncio por mis hijos”. De todas formas, en distintas oportunidades la mujer negó que vivieran situaciones de violencia y que él la hubiera empujado. En una oportunidad declaró que se había caído por la ventana queriendo colgar la cortina y en otra que se le había “cruzado” tirarse, en el marco de una discusión de pareja. 

Según algunos testigos ella naturalizaba la violencia de la que era víctima, a partir de frases tales como “nosotros tenemos discusiones como cualquier pareja... mi pareja es una persona muy nerviosa, es impulsivo y reacciona mal porque está muy cansado por el trabajo y sus competencias pero es un buen hombre”. Una perito psicóloga evaluó que “se evidencia en relación a los hechos investigados evasión y resistencia a aportar datos de los hechos...la situación aquí denunciada se ha inscripto como traumática, se han evidenciado en los tests administrados: inseguridad, tristeza, evasión, desgano, impulsividad, dificultad en las relaciones interpersonales, acciones reparatorias del agresor. Estos indicadores son compatibles con violencia intrafamiliar crónica”.

En ese sentido, el juez no descartó que la reticencia de la víctima a dar cuenta de cómo sucedieron las cosas podría responder al temor que le tenía a Martínez. “Ello, a la luz del episodio de violencia inmediato anterior a este suceso, conforme informara el juzgado federal de Río Grande en relación al incidente ocurrido en el aeropuerto de esa ciudad esa misma mañana. Y si se tiene en cuenta que declaró que Martínez se hallaba junto a la puerta, es posible colegir que ésta temiera acercarse a él para salir por la puerta, o que éste incluso estuviera bloqueando la misma, con lo cual la ventana podría haber sido la única vía de escape disponible para la víctima, quien sin pensarlo dos veces salió por ella para huir de la situación de violencia que estaba viviendo”, según la resolución.

Durante la mañana del mismo lunes 11 de noviembre, Martínez ya había agredido a la mujer en un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino final a la ciudad de Las Vegas, donde iba a participar en el Mundial de Power-lifting. Pero Martínez fue obligado a descender. Por ese motivo la pareja fue a Ushuaia a sacar pasaje por otra aerolínea y se alojó en el hotel donde se desencadenó la última situación de violencia.

Finalmente, el jueves pasado el juez determinó el procesamiento por lesiones leves agravadas y no por tentativa de homicidio, que había sido la primera carátula , ya que no se pudo probar la intención de matarla. “Si bien Martínez no realizó acciones directas para que su pareja saliera por la ventana de un tercer piso, sí desplegó actos de violencia contra ella que la llevaron a adoptar la riesgosa decisión de huir por esa ventana, provocándose las lesiones que posteriormente fueran certificadas por el médico forense, conjuntamente con las que ya tenía en el pómulo izquierdo y en el antebrazo izquierdo, como resultado de la agresión de su pareja”, concluye la resolución. 

El delito es excarcelable y se le concedió la libertad a Martínez. Pero se le impuso la prohibición de ausentarse de la jurisdicción sin previa autorización del Tribunal, informar cualquier cambio de domicilio dentro de las 24 horas de producido el mismo, la obligación de presentarse diariamente en la Comisaría de Género y Familia de la ciudad de Río Grande, y la de no deambular fuera de su domicilio entre las 0 y las 6 de la mañana, entre otras. Además, Martínez tiene prohibido acercarse a una distancia menor de 100 metros de la víctima, su grupo familiar y sus bienes, y todo tipo de comunicación con ellos. Esta medida es extensible a testigos y familiares de quienes declaren en la causa. El incumplimiento de cualquiera de estas medidas podrá generar la orden de su inmediata detención.

El pesista cuenta con varios logros deportivos, como haber ganado el campeonato mundial de la modalidad potencia en Eger 2013, en Puerto Iguazú 2014 y en Las Vegas 2015, mientras que se impuso en Trutnov 2017, dentro de la modalidad despegue con equipo y despegue raw, siempre en la categoría hasta 100 kilos. También tiene antecedentes de violencia. Fue condenado por lesiones en un hecho ocurrido en un boliche de Río Grande.