Dos trabajadores despedidos de la Secretaría de Deporte de la Nación se encadenaron ayer a las puertas del Cenard. Son Adriana La Rosa y Leonardo Freidenberg (foto), del área de acreditaciones. La mujer se desempeñaba hace catorce años en el organismo que conduce Carlos Mac Allister. Su compañero hace diez y tiene fueros gremiales. Son apenas un par de casos entre doce empleados echados a quienes no se les renovaron los llamados contratos basura. El Estado extendió esa modalidad durante el primer gobierno de Carlos Menem que todavía sigue vigente hasta hoy. Pero la desocupación se disparó en la Secretaría que depende del Ministerio de Educación cuando asumió Mauricio Macri la presidencia. A fines de 2015 ocurrieron los primeros despidos que afectaron al Programa Líderes Deportivos Comunitarios. Hasta ahora los trabajadores estiman que hubo unos doscientos cesanteados desde que asumió el máximo cargo del área el ex jugador de Boca y la Selección nacional.

“Nos encadenamos porque los delegados de la Junta interna de ATE no hicieron absolutamente nada. Nosotros entramos hace muchos años, yo llevaba catorce en la Secretaría. Trabajaba en la privada con Claudio Morresi y después me mandaron a acreditaciones. La causa del despido es un presunto mal desempeño laboral. No sabía que había una licenciatura para abrir portones y que entren los proveedores”, contó con cierta ironía La Rosa, quien es único sostén familiar y tiene dos hijos.

Freidenberg pasó por los sectores de mantenimiento, el programa Líderes Deportivos y por último acreditaciones. Ayer lo citaron de la Secretaría para informarle que quizá revean su cesantía. “Hasta ahora sólo tengo palabras. Nos notificaron la rescisión de los contratos por carta documento a partir del 28 de febrero. El último que me hicieron había sido por dos meses y lo tuve que firmar bajo coerción para cobrar el sueldo de enero que ya había trabajado”, le informó a PáginaI12.

En un comunicado que dieron a conocer los despedidos denunciaron que la renovación de sus contratos por apenas dos meses (los primeros del 2017) “es un sistema de precarización laboral salvaje que fue implementado desde diciembre pasado y determinó el despido de doce trabajadores”. Desde la mañana, La Rosa y Freidenberg estuvieron encadenados al enrejado que está en el acceso del Cenard y recibieron la solidaridad de otros compañeros. Por la tarde funcionó una radio abierta en el mismo lugar con el objetivo de visibilizar el conflicto que se repite en varias áreas del Ministerio de Educación que encabeza Esteban Bullrich y de quien depende Mac Allister. 

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