La destrucción de puestos de trabajo fue una constante durante el primer año de gestión de Cambiemos y las perspectivas acerca de una recuperación del mercado laboral para 2017 continúan siendo negativas. De acuerdo con una encuesta que realizaron en febrero el Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (Cetyd) e Ibarómetro, seis de cada diez consultados conocen a alguien que perdió su empleo en los últimos meses y siete consideran tener bajas posibilidades de obtener un buen trabajo. En el estudio se ratifica la tendencia hacia la incertidumbre señalada en la medición  de noviembre último. “El 60,5 por ciento percibe que las posibilidades de conseguir un trabajo se han reducido en relación a un año atrás. En el mismo sentido, un 46,7 por ciento considera que el desempleo aumentará en los próximos meses, mientras que sólo un 20,8 por ciento confía en que se reducirá”. En el Monitor Sociolaboral de Opinión Pública que realizan ambas entidades se analiza también la capacidad adquisitiva, la cual fue evaluada por el 60 por ciento como deteriorada respecto de noviembre y además prevén que esa situación empeorará frente a la inflación de este año. 

Con casi 130.000 empleos formales perdidos el año pasado y reconocidos por el Indec, que podría extenderse a 400.000 si se toman en cuenta puestos informales, y el cierre de más 5000 empresas, es difícil que haya alguien que no conozca a un nuevo desempleado, ya sea que se trate de algún familiar, amigo, vecino o conocido. En un relevamiento sobre 1400 familias del Area Metropolitana (Ciudad y Gran Buenos Aires) del Cetyd e Ibarómetro se destaca que el 58,3 por ciento de los encuestados declara conocer a alguien que perdió su empleo en los últimos meses. Esta situación hizo crecer respecto de la medición previa los niveles de incertidumbre laboral de los encuestados.

Desocupados

Esta es la segunda edición del Indice de Incertidumbre Laboral (IDIL), que mide la incertidumbre laboral de los distintos segmentos del universo de trabajadores ocupados. La medición varía de entre cero (mínimo) y diez (máximo) de incertidumbre. El valor registrado en la actual medición fue de 6,6 puntos, lo cual representa un importante incremento en relación al valor registrado en noviembre (4,9). “Los valores más altos del IDIL, que acreditan niveles acentuados de incertidumbre, se encuentran entre las mujeres, los asalariados, los residentes en el Gran Buenos Aires y especialmente entre los jóvenes, segmento que presenta el nivel más alto del índice (7,6)”, detalló.

En un contexto signado por la incertidumbre, la conflictividad laboral se percibe en aumento. Asimismo, en momentos en que se analizan los primeros paros contra el Gobierno, los encuestados también opinaron sobre la legitimidad de las medidas. “Un 52,4 por ciento cree que las protestas, paros y movilizaciones han crecido en los últimos meses mientras que el 67,5 por ciento considera que la conflictividad sociolaboral seguirá aumentando. En relación a la legitimidad de las protestas conviven dos visiones divergentes: un 53,6 por ciento las asocia con derechos y necesidades insatisfechas mientras que un 39,7 entiende que obedecen a cuestiones políticas”, señala el informe. 

Ocupados

En el segmento de los trabajadores ocupados se observó un crecimiento de la insatisfacción laboral, que pasó del 46,7 por ciento registrado en noviembre al 54,5 actual. La principal explicación reside en el ascenso de la preocupación por una posible pérdida del trabajo. “En noviembre del año pasado el 44,5 por ciento de los trabajadores ocupados declaraba estar preocupado por perder su trabajo; esa proporción creció más de diez puntos, ascendiendo a 55 por ciento”, detalla el documento con su segundo relevamiento trimestral. Esta situación se explica bajo la percepción de una baja empleabilidad. Más de siete de cada diez entrevistados creen que no tienen posibilidades de obtener un buen trabajo luego de perder el que tienen actualmente. “El 60 por ciento manifiesta que las posibilidades de encontrar trabajo en la actualidad son menores respecto al año anterior, situación que se agudiza en el segmento desocupado”, según destaca el relevamiento del Monitor. 

En el terreno de la capacidad adquisitiva, las evaluaciones son aún más negativas: el 67,5 por ciento considera que la situación de “la mayoría de los trabajadores” empeoró en los últimos tres meses, al mismo tiempo que el 61,3 por ciento manifiesta que empeorará en el futuro. Respecto de la relación frente a la inflación, el 75,8 por ciento respondió que perdió en los últimos tres meses poder adquisitivo.