Esta semana se cayó parte del cielorraso del “Pasillo de Honor” de la recientemente inaugurada Escuela de Educación Secundaria (EES) 14 de la localidad de Los Troncos del Talar, en el partido bonaerense de Tigre. No hubo víctimas porque el siniestro ocurrió al mediodía, antes de que comenzara el acto de finalización de curso del turno tarde. 

En una carta abierta a la comunidad los/as docentes de la institución expresaban: “8 bloques de Durlock que podrían haber desencadenado una tragedia si ocurría 1 hora antes, ya que el turno mañana también tuvo acto y en ese lugar habían estado sentadas madres de nuestra escuela junto a sus hijos pequeños. Le preguntamos a las autoridades, ¿con qué cara se presentan a inaugurar un edificio hecho de esta manera? Exigimos seguridad, para enseñar y aprender”.

Hace un mes y medio Página/12 informó sobre la supuesta inauguración de ese predio en el que también funcionan la Escuela Primaria N° 25 y el Centro Adultos N° 711. Al inició de la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal se comenzaron las obras para construir un nuevo edificio que albergara estas instituciones educativas, debido a los problemas que presentaba el viejo edificio, que se inundaba continuamente, entre otras cuestiones graves de infraestructura. 

La obra se paró varias veces y varias veces la comunidad educativa se movilizó para que se retomara. Debido a esta situación las clases se dictaron de forma irregular. El año pasado, por ejemplo, los y las estudiantes sólo iban dos veces por semana a la escuela a retirar las tareas y las viandas, mientras que los adultos cursaban en un club de la zona. Fue recién en noviembre de 2018 que el gobierno de la provincia habilitó veintidós aulas modulares, con baños químicos, en una calle aledaña a la escuela, para que se pudieran dictar clases todos los días.

El 11 de octubre pasado funcionarios del Ministerio de Educación bonaerense realizaron la inauguración, pero los/as niños/as y jóvenes de esas escuelas no pudieron mudarse entonces porque el edificio no se hallaba en condiciones: no tenía agua, ni gas, ni se habían hecho las pruebas de la instalación eléctrica; además de que las barandas de las escaleras estaban mal puestas, no estaba instalado el ascensor, ni la puerta del baño para personas con discapacidad. De hecho, los/as estudiantes de la EES 14, luego de un par de semanas sin clases, tuvieron que regresar a las aulas modulares y recién pudieron empezar a ocupar las aulas del nuevo edificio el 15 de noviembre.

“No hace un mes que nos mudamos y se empieza a caer el techo”, denuncia María Elisa Salgado, secretaria general de Suteba Tigre y además trabajadora de la ESS 14. “La escuela sigue sin gas, el baño para personas discapacitadas todavía no está habilitado y recién hace unos días pusieron el césped en la entrada de la escuela, porque había un barrial. Además, no aportaron ningún mobiliario nuevo, por eso la Biblioteca está prácticamente vacía, porque no hay dónde poner los libros ni tenemos escritorios”.

Cabe aclarar que se tardaron casi cuatro años en finalizar esta primera etapa de la obra, que se terminó entregando en condiciones inadecuadas. En la segunda etapa, que ni siquiera se inició, resta construir la cocina, el SUM, algunas aulas más de Primaria y de Adultos, y un laboratorio para el Secundario.

Desde el año 2017 la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires impulsa que en cada institución educativa se forme un “Pasillo de Honor” para homenajear a los egresados de Secundaria y de la modalidad de Adultos. Desde el Ministerio de Educación bonaerense invitan a compartir videos, fotos u otras producciones audiovisuales con el hashtag #PasilloDeHonor. Las imágenes de esta semana de la EES 14, con su techo caído, son más que elocuentes para mostrar no el honor sino la desidia que caracterizó en materia educativa a la gestión saliente en la provincia de Buenos Aires.