La discusión por la ley de Solidaridad Social en el Congreso dejó expuesta la división de Juntos por el Cambio entre los diputados, que se negaban a dar quórum incluso para que asuman los nuevos legisladores del Frente de Todos, y los gobernadores radicales, quienes esta semana estuvieron en la Casa Rosada y consiguieron ponerse de acuerdo en algunos puntos con el presidente Alberto Fernández. "No estoy de acuerdo con la actitud antidemocrática de no permitir jurar a los legisladores del Frente de Todos que se tienen que integrar a la Cámara de Diputados de la Nación. La rechazo terminantemente", afirmó el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, con lo que dejó a varios ultras del macrismo en offside, incluyendo a la ex ministra Patricia Bullrich que proponía ir a tirar el doble de piedras de las que había tirado la oposición contra la reforma previsional. Los gobernadores y el bloque de diputados consiguieron, con dificultades, alinear una postura parecida pero sonó a que las diferencias llegaron para quedarse.

La exposición de los ministros en el Congreso comenzó en un clima tenso, con la oposición adelantando no sólo su rechazo al proyecto del Gobierno sino también negándose a dar quórum para que asuman los diputados que reemplazarán a quienes asumieron cargos en el Ejecutivo. "Nos piden quórum para que juren diputados para tener quórum para votar una ley que le da superpoderes al Presidente para diluir el parlamento que integran los que dieron el quórum inicial", fue la ironía que utilizó el macrista Waldo Wolff, quien junto a Fernando Iglesias se mostraban como los más hostiles. 

Su postura chocaba con la de Gerardo Morales, quien había planteado que "la grieta se cierra con actitudes concretas y con diálogo". Por eso también sostuvo que el "Gobierno debería acceder a debatir y modificar algunos artículos". "Hola, Gerardo. Acá en la Cámara, los diputados no sabemos de ningún llamado a sesión. Acaso vos que estuviste esta semana en la Casa Rosada tengas mejor información. Por favor, contanos Gerardo", le respondió Iglesias, conocido por sus peleas en Twitter. 

Luego, en la misma línea que Morales, el gobernador de Mendoza hizo un llamado al resto de los integrantes de Cambiemos a posibilitar el quórum "a fin de que juren los nuevos diputados y de esta manera permitir el debate democrático, en el recinto, por las nuevas medidas del Gobierno". Unas horas después se sumó, desde Corrientes, Gustavo Valdés, quien salió a tuitear: "El interbloque de Diputados Nacionales de Juntos Por el Cambio debe dar quórum para la jura de sus pares del Frente de Todos. Por su parte, el Gobierno debería permitir el debate y la modificación de ciertos artículos de la Ley de Emergencia para que se enriquezca con aportes de todos". 

Los tres gobernadores radicales habían estado reunidos el lunes con Alberto Fernández en la Casa Rosada y allí consensuaron la suspensión del Pacto Fiscal de 2017, que se concretó al otro día con todos los mandatarios presentes. Ayer, el Presidente les agradeció a los tres "por aportar sinceridad al debate político. Nuestra sociedad nos reclama seriedad y diálogo para resolver los problemas. Debemos estar a la altura".

La salida de los gobernadores no cayó bien en el bloque de Juntos por el Cambio, ni siquiera entre los diputados radicales que pensaban parecido a ellos. "Estuvieron de más", deslizó a PáginaI12 un diputado del radicalismo, por más que argumentó que "no coincide con nuestros valores no dar quórum para que asuman diputados que fueron electos democráticamente".

Wolff e Iglesias también se cruzaron en las redes con el dirigente Ricardo Alfonsín, quien planteó que la UCR era un partido con responsabilidad de Estado, por lo que, en un momento de emergencia, "no se puede negar a debatir en el recinto". Wolff ironizó acerca del supuesto "rol de vocero del Presidente" de Alfonsín. 

Pero, obviamente, la posición uniforme de los tres gobernadores radicales sirvió para bajar varios grados la beligerancia de los diputados de la oposición. El jefe del Interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, aseguró recién después que su bancada "no va a obstaculizar" la jura de los nuevos 23 diputados. 

La división pareció ir en más de una dirección. Por un lado, entre gobernadores con responsabilidad de gestión y diputados que no la tienen, recordando lo que sucedió en el peronismo durante el macrismo, que se terminó fraccionando entre el PJ Federal y el Frente para la Victoria. Los gobernadores radicales -especialmente en los casos de Jujuy y Corrientes- necesitan de un buen vínculo con el Ejecutivo nacional que los ayude a aliviar las estrecheces económicas. 

En cambio, los legisladores del macrismo buscan su posicionamiento político, que ya es evidente que será de rechazo frontal al gobierno peronista, que plantean como representativa del 41 por ciento que obtuvo Mauricio Macri en las elecciones de octubre. Luego de su planteo de tirar piedras, Patricia Bullrich se dio una vuelta ayer por la escuálida marcha que llegó hasta el Congreso en rechazo a la ley de Solidaridad Social, aunque en verdad ya estaba lanzada desde antes. Wolff e Iglesias también subieron videos de la convocatoria. "Gracias por poner el cuerpo y acompañar", pusieron.