El desmantelamiento de una estructura como la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF) fue un factor común allí donde hay campesinos que reclaman por sus derechos posesorios. En Salta se espera la reincorporación de 24 despedidos. En Santiago del Estero, de 100 trabajadores. El común denominador de quienes tomaron políticas similares en las delegaciones de ambas provincias tiene que ver con su cercanía con el sector de los grandes productores.

En general, la concentración de tierras implica disputas y desalojos de campesinos que viven desde siempre en una tierra que ellos mismos trabajan. En casos como Santiago del Estero en medio de las disputas hubo asesinatos.

Un caso conocido fue el de Cristian Ferreyra, de la zona límite entre Santiago del Estero y Salta, el 16 de noviembre de 2011. Antes de cumplirse el año de esta muerte, el 10 de octubre de 2012, murió de una puñalada en el límite de Salta, Miguel Galván, quien era miembro del MOCASE Vía Campesina.

La justicia santiagueña y salteña desvincularon los homicidios de las disputas de tierras entre empresarios y campesinos. En el caso de Galván, que se resolvió en Salta con la condena del autor material del homicidio, la disputa era con la empresa Agropecuaria La Paz SA.

Ante la asunción de Carlos Cejas Lescano frente a la SAF de Santiago en 2016, Cariló Olaiz, referente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), Vía Campesina, recordó sus antecedentes en una nota con Nuevo Diario (también de Santiago). El en ese momento asumido funcionario macrista había estado al frente de la representación de Agropecuaria La Paz SA. La empresa afirmaba desde Salta la apropiación de las tierras ubicadas en el límite entre las dos provincias. Esta era una más de las características de Cejas Lescano, también conocido por su actividad inmobiliaria con campos destinados a la gran producción.

Solo con 40

Los trabajadores contaron que al asumir en el cargo, Cejas Lescano indicó en la primera reunión que “solo iba a necesitar a 40 personas” para que la delegación de la SAF funcionara. Antes del desguace el organismo contaba con 140 trabajadores, organizados en 17 equipos interdisciplinarios que actuaban en la misma cantidad de sectores provinciales.

Desde el achique quedaron solo tres equipos. Primero se despidió a 60 trabajadores y se logró la reincorporación de 30. Luego los volvieron a despedir junto con el resto de trabajadores. Se peleó y logró una nueva reincorporación. Y el 31 de diciembre de 2018 volvieron a despedirlos.

“Hay gente que despidieron hasta tres veces”, dijo a Salta/12 la delegada en la SAF de Santiago por ATE Agricultura Verde y Blanca, Adriana García.

Cejas Lescano, en tanto, era el presidente del PRO en la provincia y provenía de la zona sudeste de la provincia, en el límite con Santa Fe, “donde están sembradas grandes extensiones de monocultivos”, aclaró la delegada de la SAF santiagueña.

Con la decisión de Cejas Lescano también quedó desamparado el límite de Salta con Santiago, que tenía un territorio de similares características atravesado de un lado y de otro por la ruta nacional N° 16. García contó que hasta ese momento había un técnico que trabajaba en ambos territorios, que conocía a fondo. Si bien desde 2010 se dedicó completamente a Santiago, asesoraba sobre los conflictos en la zona limítrofe, en casos como los que involucraron, por ejemplo, el asesinato de Galván. Este técnico está entre los despedidos por Cejas Lescano.

“Dejaron tierra arrasada”

“Si bien pensábamos que podía ser terrible nunca dimensionamos” el grado del daño infligido por la administración Cambiemos, manifestó García al afirmar que en ese organismo “dejaron tierra arrasada”.

En un cuadro comparativo entre lo que había en 2015 y lo que quedó en 2019 los trabajadores indicaron que: al menos el 70% del parque automotor está parado por falta de combustible o de mantenimiento. Se cerraron 8 oficinas locales en el interior santiagueño. Hay deudas diversas con los proveedores. Se utilizó el equipamiento para la campaña electoral del PRO. No se trabaja en conjunto con los equipos de extensión rural de la provincia, ni del INTA.

“Él (Cejas Lescano) tenía interés desde ese punto de vista que le molestaban los derechos posesorios”, reflexionó García. En el medio desbarató a la SAF al quitar personal capacitado para buscar respuestas para el alimento argentino entre los campesinos.