La joven Liliana del Valle Flores, de 25 años, fue asesinada en la madrugada de hoy en la localidad de Cerrillos, ubicada a 25 kilómetros de la capital de Salta. Su ex pareja y agente policial, Hedgar Exequiel Almirón, la asesinó de varios disparos con su arma reglamentaria. El agresor se quitó la vida. 

La joven estaba con consigna policial en esos momentos porque horas antes había sido agredida por el hombre, sin embargo, desde la Subcomisaría del barrio Los Pinares aseguraron que el femicida burló la custodia ingresando por la parte de atrás del domicilio de la joven. Flores estaba separada desde hace seis meses. El policia que estaba de guardia fue detenido este mediodía, en el marco de las investigaciones.

El fiscal interviniente, Gustavo Torres Rubelt, dio intervención al Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) del Ministerio Público Fiscal y a técnicos de la División Homicidios de la Policía de la Provincia de Salta.

El femicidio se cometió alrededor de las 7 de la mañana de hoy, pero los sucesos que terminaron con el asesinato de Liliana Flores comenzaron en la madrugada. 

Según informó el oficial de la Subcomisaría de Los Pinares, Sergio Costello, a las 3.45 de una patrulla fue a la casa de Flores ubicada en el humilide barrio Los Paraísos, por avisos de vecinos alertados por episodios de violencia en el domicilio de la joven, donde había ingresado a la fuerza Almirón, agente policial de 31 años que cumplía funciones en el Destacamento Policial de Villa Los Alamos.

Según el oficial, el agente estaba en estado de ebriedad, “y luego de patear la puerta le apuntó al rostro (de su ex pareja) con el arma reglamentaria. Intentó sustraerle el teléfono celular, la agredió físicamente con golpes en el rostro y luego de forcejear con la damnificada se fue de la vivienda”.

La víctima les contó a los agentes que cerca de las 1 de la madruga habían tenido una discusión vía teléfono celular. El motivo era el pago de la cuota alimentaria que Almirón adeudaba.

Costello dijo que los oficiales llevaron a la joven a la Subcomisaría para que radicara la denuncia mientras otros agentes buscaban a Almirón. 

Luego de eso se dispuso que Flores volviera a su casa con una custodia policial. Sin embargo, Almirón regresó a la casa. Desde la dependencia policial aseguraron que burló la custodia y el policía designado se enteró de los hechos recién cuando escuchó un disparo, pero cuando ingresó a la vivienda la joven ya estaba mortalmente herida. Con la misma arma reglamentaria el femicida se disparó en la cabeza, delante del policía custodio. También los pequeños hijos de la pareja estaban en la vivienda. 

Con el asesinato de Liliana Flores, suman 14 los femicidios cometidos en la provincia en lo que va de 2019, año en el que también se cometió un travesticidio