Mientras el pueblo se levanta contra el neoliberalismo en Chile, Colombia y Ecuador, Lula de Silva es liberado en Brasil como uno de los tantos mártires –acaso el más emblemático– del lawfare en la región, Uruguay elige presidente al representante de una coalición de derecha y en la Argentina Alberto Fernández llega para cerrar el ciclo de la desigualdad, Caras y Caretas presenta una radiografía de América latina en este presente de ebullición. Está desde este domingo en los kioscos opcional con Página/12.

En su editorial, María Seoane señala: “Latinoamérica es el lugar donde aun en la segunda década del siglo XXI los EE.UU. pelean su propiedad en el ‘patio trasero’ contra China y Rusia. Es un territorio en disputa para los imperios del mundo de todo tiempo y lugar: insumiso y resistente pero siempre expuesto a la traición de sus elites, a su sometimiento al poder”.

En tanto, Felipe Pigna agrega que “la mezcla explosiva de un modelo perverso con presidentes-empresarios cínicamente desentendidos de los padecimientos de sus pueblos que ellos provocaron, y descaradamente lanzados a la concreción de negocios personales, llevó a la crisis del modelo que asume diversas y complejas formas en la región”.


Desde la nota de tapa, Telma Luzzani analiza: “El arco andino empezó a decir basta al neoliberalismo; a reclamar nuevas reglas del juego, nuevos modelos y nuevos políticos. Los números hablan por sí solos: Sebastián Piñera tiene un rechazo del 81 por ciento; Lenin Moreno del 84 e Iván Duque del 65. En Ecuador, tal vez porque aún pervive alguna de las medidas progresistas implementadas por el presidente anterior, Rafael Correa, la multitud declaró una tregua. Pero en Colombia y Chile el estallido social aún continúa. En este contexto, la Argentina también eligió protegerse de la versión más tóxica del capitalismo y se sumó, a través de las urnas, a un eje progresista con el México de Andrés Manuel López Obrador. Estas insurrecciones y desobediencias tienen seriamente preocupado a Estados Unidos que, de forma descarada y brutal, redobló sus escenarios intervencionistas para recuperar lo que considera de su propiedad y para abortar cualquier atisbo de autonomía latinoamericana. Así fue como, en este noviembre volcánico, la barbarie racista de Bolivia, apoyada por Washington, derrocó al presidente legítimo Evo Morales”.

Daniel Filmus reflexiona sobre el escenario actual y sostiene que “el desafío de no repetir recetas y proponer estrategias originales para abordar los problemas del crecimiento y la distribución de la riqueza en las nuevas condiciones regionales y globales les va a corresponder ahora a las fuerzas transformadoras de la Patria Grande. El caso argentino tendrá, sin lugar a dudas, una importancia decisiva”.

Respecto del nuevo gobierno argentino, Gabriela Pepe escribe: “En una América latina convulsionada, Alberto Fernández intenta plantar la bandera de la estabilidad argentina. La continuidad democrática y la fortaleza institucional, los éxitos locales a mostrar a pesar de los problemas económicos, son las cartas que juega el nuevo presidente en una región atomizada y en crisis, en la que la integración parece poco probable, y el pragmatismo marcará el rumbo de las relaciones bilaterales”.

Cada coyuntura es abordada en sus especificidades: Fernando Amato y Roberto Carlés escriben sobre Bolivia y el escenario que plantea el golpe de Estado contra Evo Morales, así como su presente de refugiado en la Argentina; Atilio Boron traza un panorama de la rebelión popular en Chile; Mariano Beldyk mide el impacto de la liberación de Lula en la región y en el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro; Emiliano Guido analiza el triunfo del derechista Luis Lacalle Pou en Uruguay; Carlos Aznárez reseña la resistencia del gobierno de Nicolás Maduro a los intentos de la derecha venezolana por derrocarlo, con apoyo de los Estados Unidos; Agustina Arredondo reseña las protestas en Ecuador contra el ajuste de Lenin Moreno, y Alberto López Girondo escribe sobre la lucha del pueblo colombiano contra las políticas neoliberales que lo castigan.

Pedro Peretti analiza la judicialización de la política en la región, que tuvo en el lawfare su instrumento privilegiado. Néstor Restivo plantea los posibles escenarios de cara a la integración latinoamericana. Y Ricardo Ragendorfer escribe la crónica de un oscuro personaje vinculado con la represión en la Argentina y otros países de América latina.

El número se completa con entrevistas con Ernesto Samper (por Damián Fresolone) y Pedro Brieger (por Virginia Poblet).

Un número imprescindible, con las ilustraciones y los diseños artesanales que caracterizan a Caras y Caretas desde su fundación a fines del siglo XIX hasta la modernidad del siglo XXI.