En 2002, Chubut era una de las provincias con índice más alto de mortalidad infantil, de un 16 por mil. Ahora, mientras algunas provincias aún conservan las dos dígitos, allí bajó al 7, una de las tasas más bajas del país, según la cifra registrada en 2018. “Aunque la ciencia no tiene una única respuesta sabemos que gran parte de la prevención está relacionada con la rigurosidad en el control del embarazo”, explica María Eugenia Marcon, jefa de Perinatología en el Ministerio de Salud de Chubut. La clave del logro en esa provincia fue precisamente la prevención y el trabajo en red: allí se lleva a cabo hace 15 años el programa Creciendo Juntos, que depende de ese ministerio y la Fundación para la Salud Materno Infantil (Fundasamin), una entidad conformada por obstetras, neonatólogas, pediatras y enfermeros. Se trata de “capacitar a los profesionales y acompañar el seguimiento de los casos más complicados, desde la comunicación constante pero principalmente desde el mismo hospital”, relata la neonatóloga Ana Pedraza, de Fundasamin y responsable del plan. Desde hace cuatro años lo replican en la provincia de Neuquén, donde las cifras de mortalidad infantil vienen en descenso.

Prematurez, retraso en el crecimiento y malformaciones congénitas son las tres razones más frecuentes que aumentan el índice de mortalidad entre el nacimiento y el primer año de vida. La estadística representa la cantidad de defunciones en niños y niñas menores de un año, cada mil nacidos vivos.

El programa “Creciendo Juntos” fue creado en 2005 por el Ministerio de Salud, Fundasamin y la empresa Pan American Energy (PAE), con el objetivo de reducir la mortalidad infantil, no sólo en estadísticas sino en condiciones reales en el sistema de salud.

La prevención

El principal problema es la sobrevida en los bebés que nacen con menos de 1500 gramos”, explica Pedraza. Para evitar estas situaciones, según la especialista, son fundamentales todos los controles durante la evolución del embarazo. Algunas de las situaciones con las que se encontraron en Chubut son “los frecuentes casos de embarazos no controlados, mujeres que vienen con 26 semanas sin haberse hecho estudios, embarazos en adolescentes en los que no se hace el seguimiento correspondiente. Si el proceso no se controla, hay un alto riesgo de que sea prematuro”, agrega.

Algunos de los puntos clave en la garantía de un buen sistema de salud maternal, según Marcon, son los controles prenatales, la captación temprana de los riesgos y una acción rápida para el tratamiento. “El punto de inflexión en el sistema de salud de la provincia fue la estrategia de regionalización de la atención”, es decir, trabajar en red entre los hospitales de la provincia para poder abarcar cada caso con la infraestructura que requiere. En Chubut hay cinco maternidades públicas de alta complejidad: Trelew, Rawson, Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Esquel. En el hospital de Trelew se reciben los casos más agudos, de bebés que nacen con menos de 1500 gramos. 

Al establecer el programa, diseñado para hospitales públicos, se encontraron con que en Comodoro Rivadavia, primera zona donde se llevó a cabo la iniciativa, el 70% de los partos ocurren en clínicas privadas. “Si queremos reducir la mortalidad infantil tenemos que apuntar a todos los sectores donde se atiende la salud neonatal”, explica la integrante de la Fundación.

Según el censo del 2010, en Chubut viven 509.108 personas, concentradas mayormente en las ciudades de Trelew y Comodoro Rivadavia, a las que les siguen, en proporción mucho menor, Esquel y Puerto Madryn. Pero fuera de las áreas urbanas vive el resto de la población de la provincia: “En 2008, cuando la tasa de mortalidad infantil estaba cerca del 8 por mil, notamos que el 80% de los partos se hacían en hospitales rurales que no cumplían con las condiciones de seguridad”. María Eugenia Marcon explica que, teniendo en cuenta estos datos, “no es necesario que los centros rurales cumplan con las condiciones, sino que podamos agrupar los partos y controles en las instituciones de salud preparadas”. A esto se refiere cuando habla de una estrategia regional, dentro de la cual existen “agentes de terreno”, que son “el nexo entre las pequeñas comunidades y el sistema de salud”. Estos trabajadores se encargan de las visitas a los pueblos más alejados, de difícil acceso, reparten medicamentos y ofrecen algunos controles. “Muchas cuestiones sanitarias se terminan resolviendo en el domicilio”, agrega la especialista.

Creciendo Juntos

Agustina Zenarruza, responsable del área de sustentabilidad de PAE, explica el apoyo de la empresa al programa. “Empezamos con esta idea porque los indicadores en Chubut excedían la media nacional”, señala. El programa hace hincapié en dos cuestiones: por un lado la toma de conciencia de la población, es decir, “que durante todo el embarazo se realicen los controles necesarios”, y por otra parte la capacitación de todos los trabajadores de las instituciones de salud. En los registros de los últimos años la tasa de mortalidad infantil de Chubut se redujo en un 50%, y según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es la segunda provincia con el mayor índice de Desarrollo Humano del país.

Algunas de las acciones del programa, a lo largo del tiempo, fueron campañas de lactancia, acompañamiento en los centros de salud periféricos, capacitaciones a los profesionales locales con médicos especialistas en las distintas áreas, y campañas para la comunidad para fomentar el control previo y posparto. “En Chubut, al ser ciudades con altos costos de vida, muchos especialistas atienden a la vez en el sistema público y en clínicas privadas, por lo que a veces los puestos no están cubiertos efectivamente”, explica Zenarruza. “Al darnos cuenta de este factor y también de la frecuente rotación de profesionales que había en la provincia, hicimos hincapié en la capacitación para fortalecer el sistema de salud”.

En 2016 expandieron el programa a Neuquén; en 2018, llegaron a la provincia de Buenos Aires con la campaña de lactancia, que el año pasado se puso en práctica también en Santa Cruz.

Informe: Lorena Bermejo.