En tiempos de emergencia económica, una de las obsesiones de Luana Volnovich es elegir bien en qué gastar la plata que entra al organismo. Por eso, hace unos días decidió el congelamiento por 180 días el sueldo de funcionarios, secretarios y gerentes del PAMI. Y está pensando, por ejemplo, en gastar menos en cápsulas de café. Será por eso que una de las cosas que le llamó la atención el primer día que se subió al auto con chofer que le corresponde como funcionaria fue encontrar un paraguas marca Perramus, que según averiguó, cuesta unos seis mil pesos: cerca de la mitad del dinero que percibe un jubilado de la mínima. Es cierto que es un muy buen paraguas, de los que ya casi no se encuentran: entre otras ventajas, no se da vuelta con el viento.

Pero a Volnovich le pareció demasiado y lo sacó del auto: no sabe bien dónde lo dejó, pero no cree necesitarlo. Otra de las cosas que la sorprendió al conocer su despacho es que fuera más grande que su casa y que estuviera blindado como si la intención fuera alejar lo máximo posible a la gente de la institución. Parte de esas separaciones desaparecieron. Lo que todavía está pendiente es mejorar, en líneas generales, el edificio central y sus sedes en todo el país: la auditoría descubrió irregularidades en la infraestructura edilicia.