El mundo adulto visto desde unos ojos niños expresa contradicciones esenciales, lo que escapa a la lógica, lo paradojal. Pero el mundo infantil desde la lógica adulta duplica el efecto. Combinar estas percepciones es la apuesta que se juega en Quedate conmigo, Lucas, la nueva obra de Hernán Casciari –autor de Más respeto que soy tu madre-. Aquí dos niños conversan en un arenero sobre problemas existenciales como el amor, el destete, o la adicción al chupete.

Con dirección de Pablo Picotto y protagonizada por Luciano Mellera y Lucas Lauriente, jóvenes talentos del stand up, la pieza reestrenó este jueves en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza. Mellera y Lauriente son niños de jardincito “salita celeste" –explica el autor-, que en los recreos reflexionan sobre la vida pero utilizan un lenguaje adulto para hablar de temas de los niños. Ese fue el resorte y fue muy entretenido. Escribí muchísimo, un chiste tras otro”.

Sus conflictos cotidianos van desde las madres que barren desnudas, a la culpa por el uso del llanto para conseguir favores. En medio esta el amor, la traición, la amistad. “Casciari tiene muchas capas –advierte Lauriente-, es gracioso pero a la vez profundo, habla de muchos mundos en un texto que parece simple y no lo es”. Para Mellera “el lenguaje y la forma de comunicarnos cambia la perspectiva de lo que decimos, aquí los que hablan son chicos pero con palabras que se aprenden a lo largo del tiempo, esa mezcla del contenido con el paso del tiempo genera un shock, te hace ver lo que ya conocías de una forma nueva. Es lo mas Casciari de la obra”.

Se trata de un texto madurado en el tiempo. “Lo escribí en 2005 -–cuenta Casciari--, inicialmente para divertirme, porque en una época desde una ventana de la casa de mi abuelo, yo veía a dos niños hablar en un arenero en los recreos, pero no podía escucharlos, imaginaba sus diálogos. Y cuando vi la obra entendí que tenía sentido, porque la infancia es un buen momento para empezar a contar”.

Pero el texto es una parte del ciclo, sostiene Casciari: “Lo que escribí es mi relato, y lo que ocurre en el escenario supera al texto. Yo escribí chistes en un texto plano y lo que propone la puesta, con el trabajo de dirección y las actuaciones, va mas allá, incorpora otras dimensiones”. Mellera explica: “Casiari es generoso, ‘el guion es arcilla -nos dijo-, ustedes pueden hacer cualquier cosa’, y nos permitió jugarlo sin meterse”. El plus lo da el equipo, sostienen. “Con Pablo Picotto de director y con Lucas (Lauriente), somos amigos –detalla Mallera-, esa química es difícil de fingir, y se transmite”.

“Es que el humor es un vinculo social y una herramienta de comunicación --define Lauriente--.  Sirve para decir cosas que de un modo literal por ahí no podrían decirse, y también para sacar los demonios y miserias que uno lleva”. Cuando el humor sale a escena establece un vínculo transformador y creativo entre quien ríe y quien provoca hilaridad. “Y define las relaciones –-agrega Mellera-- porque funciona en relación a otro”. En este caso el otro es el público, algo central en el stand up que se reconfigura en lo teatral. Con Picotto como director, Mellera y Lauriente dan el salto y logran construir el universo teatral de estos niños con mirada adulta.

La obra, para Lauriente “apela a la nostalgia y a conectarnos con el niño que supimos ser, la gente siente que en algún momento, uno fue eso”. La propuesta permite “reír y reflexionar y también llorar –concluye-, tiene una carga emotiva fuertísima, incluso al ensayarla nos pegaba duro también, con lo cual, logramos que la gente se ría y que algunos puedan lagrimear, nos parece bellísimo generar emociones que calen profundo en la gente”.

Quién es quién en la obra

Quedate conmigo, Lucas abreva en la novel tradición del stand up argento y en la eficacia de los textos de Casciari, para garantizar la comunión del publico teatrero con la comedia. Los actores, Luciano Mellera y Lucas Lauriente, se forman bajo el signo del stand up que se abría camino en la escena local. “Teníamos que explicar antes del show ¡de que se trataba!”, recuerda Lauriente. Fueron pioneros en federalizar el género. “El circuito era Capital –-explica Mellera-- y decidimos salir, en la primera gira llegamos a todas las provincias del país”. Lauriente agrega: “En las giras escuchábamos a Casciari, sus audiolibros”. El esfuerzo les permitió llenar el Luna Park. Y luego obvio, llego Netflix (cada uno tiene su programa en la plataforma) y el humor en forma profesional. El teatro se inscribe en esa línea y en la confianza de un equipo sostenido por la dirección de Pablo Picotto. Conocido por su personaje de Osmar Amarilla en el programa Detrás de lo que vemos, Picotto trabaja en la investigación y en la aplicación de recursos propios del teatro al stand up. Y aquí hace escuela, a juzgar por las repercusiones de las primeras funciones de la obra, en noviembre de 2019.