Referente en la lucha por el medioambiente desde el frente fashionista, la diseñadora Stella McCartney sigue apostando por ética y sustentabilidad en la moda -la segunda industria más contaminante del planeta, dicho sea de paso-, conforme confirma su más flamante anuncio. Que, sin más preámbulos, dice así: en mayo, la modista brit lanzará los primeros jeans elásticos biodegradables del mundo, creados a partir de hilos de origen vegetal. Se trata de un proyecto colaborativo con la firma italiana Candiani, especialista en denim de alta gama, que en comunicado oficial manifestaba su compromiso a buscar nuevos materiales, respetuosos del ecosistema, “en un mundo donde los recursos están disminuyendo y los vertederos están repletos de prendas desechadas”. Ergo esta bienhechora iniciativa que verá la luz en 10 prendas de la venidera Colección Otoño 2020 de McCartney, y que bebe de innovación ecofriendly amén de dar con un tejido denim stretch a partir de algodón orgánico y caucho natural, ciento por ciento libre de plástico o microplástico.

“Los vaqueros son una pieza esencial de nuestro armario… y un desastre para el medioambiente. Uso de pesticidas y fertilizantes, contaminación de agua por tintura, complicaciones para reciclar: la lista es larga, y las consecuencias nocivas que conlleva para la ecología, numerosas”, señala el medio galo Le Figaro al echar loas a “la solución que ofrece hoy Stella McCartney a esta pesadilla textil”. Solución patentada, realizada a partir de técnicas inteligentes que además “reducen el consumo de agua, energía y productos químicos usados en los procesos de tintura y lavado de las prendas”.

Una propuesta perfectamente en sintonía con las políticas verdes que la modista lleva añares poniendo en práctica en sus colecciones, donde es moneda corriente la reutilización de materiales o el uso de tejidos ecológico. Para ejemplos, el haber trabajado con seda vegana, “cuero” a base de micelio, falsas pieles a partir de fibra de maíz sostenible, o usar energía renovable en sus tiendas y oficinas, siendo -como es- defensora a ultranza del consumo responsable desde que se inauguró en las huestes del diseño de indumentaria dos décadas atrás. Sin más, hace unos meses, se indignaba Stella al advertir que “el promedio de uso de una prenda es de tres veces. Luego la tiramos a la basura ¿Por qué? ¿Qué somos? Somos vulgares. Me consta que en mi empresa no somos perfectos, pero el exceso… No puedo con él”.