En una sesión donde no faltaron chicanas y discusiones, la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia aprobó las renuncias del expresidente Evo Morales y el exvicepresidente Álvaro García Linera. Tanto Morales como Linera habían presentado su carta de renuncia el pasado 11 de noviembre, al perder el respaldo de las Fuerzas Armadas y frente a un clima hostil posterior a los comicios presidenciales del 20 de octubre. De esta forma, el Congreso aceptó las renuncias a 24 horas de que venciera el mandato constitucional de ambos funcionarios. Pese a la aprobación por mayoría, la votación final mostró algunos rechazos dentro del MAS y la objeción de legisladores opositores a Morales, que consideraron "extemporáneo" el tratamiento. Previamente, Jeanine Añez había promulgado la ley que prórroga el mandato del gobierno interino y del Legislativo más allá del 22 de enero.

La senadora del MAS y titular de la Asamblea Legislativa, Eva Copa, dio curso al trámite para que diputados y senadores pudieran votar sobre las renuncias de Morales y García Linera. "Lo que tiene que primar en estos momentos es la paz en nuestro país, mantener la línea de la pacificación y que se tenga estabilidad social", manifestó.

El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Henry Cabrera, también del masismo, explicó a los medios que el partido decidió, tras una reunión previa de la bancada, "aceptar" la renuncia de Morales y García Linera. "Estamos cumpliendo con la Constitución que dice que quienes rechazan o aceptan la renuncia son los diputados y senadores", explicó Cabrera.

La aprobación de la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera no estuvo exenta de obstáculos. Hubo discusiones internas en el MAS: un sector de parlamentarios no estaba de acuerdo con la decisión, ya que consideran que Morales fue víctima de un golpe de Estado.

La sesión conjunta de diputados y senadores elevó aún más su intensidad cuando desde la oposición a Morales manifestaron a gritos que no procedía la carta de renuncia, ya que el expresidente hizo abandono de cargo y el mismo día en que se asilaba en México, Añez asumía la primera magistratura del país.

La sesión también estuvo marcada por gritos de "dictadora" contra Copa, quien impidió el uso de la palabra a algunos legisladores. Aunque Copa intentó mantener la calma dentro del recinto, incluso hubo representantes de su propio partido que se acercaron para protestar por la rapidez con que se trataron ambas renuncias.

Al exponer su voto negativo, Shirley Franco, diputada del partido Demócratas, argumentó que "el 12 de noviembre se ha realizado la sucesión constitucional, por la ausencia definitiva del expresidente, quien asumió la condición de asilado, al haber abandonado el territorio". Franco advirtió que la decisión parlamentaria era "excontemporánea e inadmisible".

"Aquí hay daño económico al Estado, porque a nosotros (los asambleístas) nos pagan para estar aquí", dijo la parlamentaria, quien aseguró de todas formas (y en coincidencia con el resto de los legisladores) que la aceptación de la renuncia de Morales no tiene ningún efecto jurídico.

Morales y García Linera renunciaron el 10 de noviembre de 2019 en medio de fuertes protestas que denunciaban fraude en las elecciones del 20 de octubre, y una gran presión de las fuerzas armadas. El expresidente denunció que hubo un golpe de Estado para derrocarlo, y que como no se había aceptado o rechazado su renuncia, el mandato debía seguir vigente hasta el martes 22 de enero, fecha en que se cumple su mandato constitucional.

Para este día, Morales convocó a un acto público en el club Deportivo Español del porteño Bajo Flores. Allí, el expresidente, que permanece en Argentina en condición de refugiado, conmemorará los 14 años de la "Revolución Democrática y Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia".

Luego de la renuncia de Morales, y en su calidad de segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez activó el mecanismo sucesorio que dejó roto el entonces oficialismo. Así asumió la presidencia interina de Bolivia, en una sesión sin quórum. Aquella sucesión, que se produjo tras dos días de vacío de poder, fue luego avalada por el Tribunal Constitucional.

El lunes pasado, Añez promulgó la ley que prorroga el mandato del gobierno interino y del Legislativo hasta el juramento de las autoridades de ambos poderes que resulten elegidas en los comicios generales del próximo tres de mayo. Ahora, el mandato de Añez queda ampliado hasta el 22 de julio próximo, en caso de que se produzca una segunda vuelta electoral. De no haber balotaje, su mandato se extendería hasta junio.

El MAS de Morales y el nuevo oficialismo habían acordado en diciembre consultar al Tribunal Constitucional sobre la posibilidad de prorrogar el mandato de Añez y de las demás autoridades de elección popular que también debían abandonar el cargo este mes. Tras el fallo favorable del tribunal, ambas cámaras legislativas dieron luz verde a la ampliación del mandato de la exsenadora y presentadora televisiva.