El Banco Central decidió mantener ayer la tasa de interés de referencia en 24,75 por ciento. La autoridad monetaria mencionó que la medida se tomó porque las expectativas de inflación del mercado continúan sin disminuir y se ubican por encima del objetivo de la entidad para 2017. “Las perspectivas de inflación (de las consultoras) se mantuvieron en 20,8 por ciento para el nivel general del IPC y aumentaron de 18,4 a 18,5 por ciento para la medición núcleo”, dijo el organismo a cargo de Federico Sturzenegger. La meta de precios oficial es del 17 por ciento para este año y entre 8 y 12 por ciento para 2018. Algunos informes de economistas de la city menos optimistas ya computan la inflación para 2017 arriba del 25 por ciento.

En el Central aseguraron que en febrero habrá una suba de los precios por efecto del ajuste de las tarifas pero en marzo ya volverán a observarse niveles “adecuados con el sendero previsto por la entidad”. Sin embargo, el último informe de inflación de la UMET, que realiza una estimación propia sobre la evolución de precios que afecta a los trabajadores, calculó un alza de las remarcaciones del 2,1 por ciento en febrero y mencionó que en los próximos meses se podrían continuar observando aumentos por arriba del 2 por ciento. En una de las primeras paritarias cerradas este año, la de los banqueros, se consiguió un ajuste salarial del 24,5 por ciento, una cifra que supera en más de 7 puntos porcentuales la meta de inflación de Central. 

El organismo dirigido por Sturzenegger, además de comunicar la tasa de referencia, publicó ayer su informe monetario mensual, el cual precisa la evolución de las principales variables financieras. Uno de los datos destacados fue el de la Base monetaria, que cerró en 827.036 millones de pesos, con un aumento de 46,8 por ciento respecto de igual mes del año pasado. En la autoridad monetaria realizaron un evento especial para explicarles a los periodistas que esta suba se debe a elementos estacionales y estadísticos por la baja base de comparación y que no se puede vincular a presiones a futuro con la inflación. Ahora parece que la emisión ya no afecta al proceso de precios de la economía, pese a que el actual titular del Central se pasó la primera mitad del 2016 afirmando que “el salto de la inflación de los primeros meses de la nueva gestión es por la culpa de la herencia de la gestión anterior del Banco, que nos dejó una emisión de alrededor de 50 por ciento interanual”.

Otro dato destacado fue el crecimiento de los pasivos de la autoridad monetaria. Las Lebacs pasaron de 497.556 a 620.220 millones de pesos entre febrero de 2016 y el mismo mes de este año, con un alza del 24,7 por ciento, mientras que el volumen de pases pasivos, el nuevo instrumento con el que el Central busca regular la cantidad de dinero, avanzó de 31.032 a 135.059 millones de pesos, lo que equivale a un aumento del 335 por ciento. Este aumento de la deuda en pesos de la autoridad monetaria no implicó una disminución en la compra de dólares del sector privado (fuga de capitales), la cual siguió anotando niveles record en los últimos meses y en febrero, según se adelantó en informes del mercado, hubo un nuevo salto de la adquisición.