Ludmila no despegó ni un minuto la vista de su padre, acusado del femicidio de su madre. Fue la única de los tres hijos de Juan Antonio B. y Marisa Molina que asistió a la audiencia imputativa de ayer a la mañana. Otro de sus hermanos estuvo afuera. Imputado de homicidio calificado por el vínculo y tenencia legal de arma de guerra como autor del cuarto femicidio cometido en lo que va de 2020 en la provincia de Santa Fe, Juan Antonio B. quedó detenido en prisión preventiva por el plazo de ley por decisión de la jueza Isabel Mas Varela, tras la imputación realizada por la fiscal Georgina Pairola, quien además solicitó que le realicen exámenes físicos y psicológicos. El femicida intentó suicidarse tras matar a su pareja, tiene una fractura de radio y una herida en el pecho. En la audiencia, con el brazo enyesado, se abstuvo de declarar. A su hija, esa madrugada, le dijo: "Perdoname, pero tu mamá no cambiaba más". La Multisectorial de Mujeres de Villa Gobernador Gálvez convoca a una marcha este martes, a las 18.30, desde el centro territorial de denuncias de Mitre y Bomberos Voluntarios, hasta la Secretaría de Género de esa ciudad, ubicada en avenida Juan De Perón y avenida San Diego. "Por esclarecimiento y justicia por todas las víctimas y por la emergencia Nacional en violencia contra las mujeres", son las consignas de la manifestación. 

En la audiencia, Pairola relató lo que pudo reconstruirse de la madrugada del viernes: Juan Antonio B. golpeó la puerta de su hijo Leonardo, que vive detrás de la casa de la pareja, a las 3.30, y le dijo: "Maté a tu vieja". El muchacho se fue corriendo a ver qué había pasado en la casa de adelante, y al encontrar a su madre ensangrentada, con una herida en la cabeza, llamó a los otros dos hermanos. Fue Ludmila quien acompañó a su padre hasta el hospital Ganem a curarse las heridas, y en ese viaje -según el relato de la joven en sede policial- el padre le dijo que lo perdone, pero su madre no cambiaba más. 

"No quiero hablar, estoy acá porque a pesar de todo él es mi papá, y estoy con él, pero también estoy con mi mamá", fue todo lo que dijo Ludmila a Rosario/12 mientras esperaba en el Centro de Justicia Penal.

La Multisectorial de Mujeres de Villa Gobernador Gálvez convoca a una marcha este martes, a las 18.30, desde Mitre y Bomberos Voluntarios

La fiscal Pairola expuso ayer durante la audiencia que Marisa y su femicida habían estado separados por un tiempo y habían retomado la convivencia un mes atrás. Uno de los hijos, Leonardo, aseguró que el padre "nunca había sido violento" y también que desconocía la existencia de un arma en la casa.

Juan Antonio B. mató a su pareja con un revolver calibre 38, para el que -según las primeras averiguaciones- no tenía permiso de tenencia. "Se lo acusa de haberle disparado a su pareja Marisa Alejandra Molina con la intención de darle muerte", aseguró la fiscal en el lenguaje judicial al leerle la imputación, y remitió al informe forense que describió que "la víctima estaba en el dormitorio, acostada en la cama, y que no se le detectaron lesiones" que den cuenta de que haya intentado defenderse. Por eso, Fiscalía debe averiguar la mecánica del hecho. Si Marisa estaba dormida, cómo fue el otro disparo, que impactó en el cuerpo del agresor. En la cama donde yacía la víctima había, además del revolver, un arma blanca. 

Ninguno de los hijos refieren antecedentes de violencia de género, aunque ese es uno de los puntos en los que ahondará Fiscalía, como así también en averiguar la mecánica de los hechos. Por la ausencia de medidas defensivas en el cuerpo de la víctima, una de las hipótesis es que pudo estar durmiendo cuando recibió la bala en la cabeza. 

Según publicó el diario El Ciudadano, Marisa -de 44 años- atendía un almacén a pocas cuadras de su casa y jugaba al fútbol. 

El femicidio de Marisa fue el cuarto en la provincia desde el comienzo de 2020 y el número 21 en todo el país. En cuanto a Santa Fe, la estadística que elabora el Equipo de Género de la concejala Norma López incluye a otras dos víctimas fallecidas en contextos de criminalidad. El primer femicidio fue en Rosario, aunque la víctima también era de Villa Constitución. Florencia Coria fue quemada por su pareja y agonizó 10 días. Murió el 9 de enero. El femicida intentó escapar pero fue apresado. En tanto, Gabriela Benítez murió en el interior de un auto, que fue incendiado intencionalmente por la pareja de la que intentaba separarse, el fin de semana pasado, en Alejandra, al norte de la provincia. En la ciudad de Santa Fe, la muerte de Daniela Cejas fue al interior de la Asociación Civil Generar, que asiste a víctimas de violencia machista. Era la vicepresidenta de esa institución y fue encontrada sin vida el 19 de enero pasado. Menos de una semana después, la víctima fue Marisa.